Por Roi Benitez |Senior Education and Digital Culture Specialist | Future of Work | Author & Keynote Speaker
Se habla y se especula mucho sobre el futuro del trabajo, sobre las habilidades “del futuro” y de las carreras emergentes. Se habla y se especula mucho sobre este panorama cada vez menos claro y cada vez más incierto. Una realidad borrosa.
A medida que los robots y los algoritmos continúan ocupando un lugar central en el lugar de trabajo, los trabajadores/as y empresas se enfrentan a la enorme tarea de descubrir cómo hacerle frente a esta situación. La automatización ya no es una cosa del futuro, es cosa del presente: McKinsey Global Institute (MGI) estima que la mitad de las actividades laborales actuales coordinadas por humanos podrían automatizarse con la tecnología actual.
Ya existía una brecha significativa, provocada por la digitalización, entre las habilidades que tienen las personas y las que necesitan las empresas. Si bien la transformación digital ya mostraba su brío con relación a los cambios en el mundo del trabajo, con COVID-19 de por medio, se aceleró el proceso de reskilling de cientos de miles de trabajadores en el mundo.
El impacto de la automatización es real. Según el informe Future of Jobs 2020 del Foro Económico Mundial, el 50% de los trabajadores/as necesitará volver a capacitarse en los próximos cinco años, a medida que se estabilice la “doble perturbación” de los impactos económicos de la pandemia y la creciente automatización que transforma los empleos.
La fuerza laboral de hoy no tiene las habilidades para los trabajos del mañana.
Las transiciones laborales no son fáciles. Generan desigualdades, descontento y mucha incertidumbre. Las transiciones laborales muestran una realidad dolorosa, si pensamos en términos de inclusión y acceso. Las brechas que antes estaban invisibles, hoy se hacen presentes más que nunca.
Cómo personas, no podemos esperar a ver qué pasa para movernos. En esta ambición permanente y constante de adaptarnos, tenemos que renovarnos y tenemos que hacerlo rápido por qué la velocidad hace difícil que nos mantengamos vigentes. Vivimos en una invitación constante de aprender nuevas y más habilidades.
La pregunta es, ¿cómo podemos hacer para volvernos relevantes en este contexto? Mantenernos relevantes es el driver para adaptarnos inteligentemente.
Del empleo a la empleabilidad
Según la Organización Internacional del Trabajo, la empleabilidad es «la aptitud de la persona para encontrar y conservar un trabajo, para progresar en el trabajo y para adaptarse al cambio a lo largo de la vida profesional».
En la vorágine de ocupaciones, roles y oficios corren el riesgo de ser reemplazados a partir de la digitalización de la economía, resignificar el empleo por la empleabilidad es una oportunidad para los trabajadores/as y empresas, porque proyectar el futuro del trabajo es desarrollar capacidad de empleabilidad. Este es el momento.
La palabra empleabilidad nos habla de empleo + habilidad. Mientras que el empleo es fijo, la empleabilidad es dinámica, se nutre de nuevas habilidades, está siempre en desarrollo y es el motor del desafío adaptativo.
Empleabilidad es, en resumen, la capacidad que cada persona tiene de tener empleo de manera sustentable ya sea empleándose o emprendiendo, más allá de las circunstancias a través del desarrollo de habilidades que trascienden los puestos laborales.
La empresa puede ser el espacio contenedor y habilitador del desarrollo de la empleabilidad, pero también estamos en un momento de la historia en donde debemos volvernos protagonistas nuestro propio viaje de aprendizaje y hacer que nuestros trabajadores/as también lo hagan.
¿Qué pueden hacer las empresas para desbloquear la empleabilidad de las personas?
Esta cuarta revolución industrial acelerada por covid-19 impacta en el conjunto de habilidades cómo en el número de roles y perfiles requeridos por el mercado. Los desarrolladores/as, científicos de datos, analistas de datos, ingenieros/as digitales cómo para nombrar solo algunos están posicionados en el núcleo del nuevo perfil de habilidades y representan la escasez de talento en esta área. Pero en el otro extremo de la ecuación tenemos roles de operación básica y repetitiva con una disminución significativa en el número de roles requeridos. Aquí tenemos un desafío como una oportunidad.
Muchas empresas hoy están creando sus propias academias de aprendizaje en la corrida de cubrir gaps de habilidades de puestos tecnológicos que faltan en el mercado. Es el ejemplo de la Universidad de Google que ayuda a las personas a obtener las habilidades que necesitan para conseguir un trabajo o hacer crecer su negocio. En Argentina, por ejemplo, se encuentra el caso de la carrera Certified Tech Developer, una iniciativa de Globant y Mercadolibre en articulación con Digital House para entrenar a 10 mil jóvenes en los próximos dos años de Argentina, Colombia y Brasil.
Pero ¿cómo llevamos esto a nuestras organizaciones? Veamos 3 caminos posibles para apoyar la empleabilidad:
1. Inversión masiva en habilidades digitales: Las organizaciones pueden crear sus propias academias o construir alianzas con actores clave que hoy lideran la agenda de capacidades digitales. Cuando hablamos de ser digitales, no hablamos solamente de habilidades tecnológicas sino de poder hacernos flexibles, y más que una serie de conocimientos y de habilidades, requiere un reset de los modelos mentales y los modelos cognitivos porque implica cambios estructurales en la manera de observar, analizar, reflexionar y actuar.
2. Empresa “biónica” responsable: A finales del 2020, la consultora Boston Consulting Group publicó un informe haciendo referencia a este tipo de empresas 4.0 que no solo hacen uso de la tecnología sino también de los datos. Llorenç Mitjavila, socio responsable de BCG Gamma indicaba que “la empresa biónica es una compañía que, a partir de un sentido del propósito y una estrategia bien definida, es capaz de priorizar una serie de objetivos de negocio ligados a la digitalización”. Para cumplir estas metas existen dos grandes elementos habilitadores: la tecnológica y las personas. Las empresas biónicas responsables prospectan el futuro de la automatización con y desde los/las trabajadores/as acompañándolos/as en el proceso de aprendizaje, upskilling y reskilling de manera responsable.
3. Desarrollar la empleabilidad: Desarrollar empleabilidad implica acelerar la reconversión a través del reconocimiento y autoconocimiento habilidades actuales que permitan optimizar la brecha, no se trata de comenzar de 0. Las organizaciones pueden mapear brechas actuales y futuras y acompañar a los trabajadores/as en su autodesarrollo. Debemos generar el espacio contenedor para que las personas continúen aprendiendo a través de carreras dinámicas y distribuidas que se nutran de las habilidades propias de cada trabajador/a.
Estamos operando en un mundo que se está recuperando de una gran interrupción.
No hay una receta para acelerar el cambio a través de la empleabilidad, pero si aprendizajes que he compartido en estas líneas. Hay muchas más preguntas por responder y debemos estar atentos/as, flexibles y abiertos/as para el futuro del trabajo que construimos juntos/as.