Ángeles Collell, Gerente de Personas de VSPT Wine Group, se caracteriza por ser una mujer buscadora, que le gusta crear nuevas cosas, enérgica y conectada con su propósito. Se encuentra en la búsqueda constante de generar espacios más abiertos dentro de las organizaciones, especialmente en su industria, caracterizada por ser muy tradicional, pero en la que ha logrado romper muchos paradigmas dentro de su gestión.
¿Cuál es tu historia y que te inspira?
Soy la hija menor de tres hermanos, por lo que crecí en entornos de adultos. Eso significó que tuve que aprender a desafiarme, a ser mucho más autónoma e independiente. Esta parte de mi historia es muy importante porque estructuró una forma de pensar y ser en mí, que me entregó varias herramientas, pero a la vez ciertas limitaciones que he debido ir trabajando con el paso del tiempo. Lo que en algún momento fue una herramienta, luego se rigidiza y muchas veces dificulta el propio desarrollo. Por lo mismo, ha sido un eje muy importante en mi vida el autoconocimiento, la reflexión y el autoanálisis para poder ir evolucionando. Esto me hizo darme cuenta de que muchas veces soy yo misma quien se pone las barreras o me estigmatizo y, por ende, soy yo misma quien tiene el poder de cambiarlo. El poder está en mí, yo soy capaz de lograr lo que me proponga, y ahí está la clave.
Es así como una gran fuente de inspiración es poder generar espacios donde las personas que me rodean puedan mirarse, puedan mostrar sus fortalezas como sus vulnerabilidades porque es un espacio seguro. Sólo desde ese lugar, creo que aparece el real talento y potencial de las personas.
¿Cómo ha sido tu experiencia cómo líder femenina de Recursos Humanos en una región como Latinoamérica?
No ha sido fácil, pero tampoco ha sido imposible. Como mujeres a veces tenemos muchos sesgos sobre nosotras mismas, por ejemplo, pensar que para ser líder tengo que cumplir ciertos estándares o estereotipos, sino no podré destacarme. Además, aún hay muchas organizaciones con ambientes masculinizados, en donde se generan juicios en torno a las mujeres y se hace difícil encajar manteniéndose fiel a nuestra forma de ser. Sin embargo, considero que cada vez es más posible, y la clave está en la confianza como herramienta fundamental. Para mí esto tiene tres ejes: un eje es el confiar en los otros, saber que te encontrarás con personas que te abrirán puertas y ayudarán. El segundo es confiar en lo que los otros ven de ti, estar abierta a creer el feedback positivo de los otros. Y finalmente la confianza personal, ser capaz de conectarse con las propias fortalezas, quererse y conocerse para saber dónde está tu potencial.
¿Cómo describirías tu estilo de liderazgo y cómo ha evolucionado a lo largo de tu carrera?
Yo creo que ha ido evolucionando muchísimo, y estoy segura de que va a seguir evolucionando. Considero que el estilo de liderazgo y la forma en cómo te relacionas con los demás, tiene que ver con quién eres, tu historia, tu trayectoria, los fracasos y los éxitos que vas experimentando. Mi estilo de liderazgo antes era mucho más estructurado y metódico, porque eso me daba seguridad, pero si pienso en el día de hoy, siento que me gusta trabajar por ser una líder al servicio del equipo. Estoy convencida de que no hay líder sin un equipo que sintonice. La sinergia que ocurre al trabajar colaborativamente, con espíritu de equipo, de manera cercana y horizontal, hace que las posibilidades sean infinitas y la recompensa sea altamente gratificante.
Además, para mí es clave trabajar en un liderazgo más “vulnerable”. Como líderes, más en el caso de las mujeres, muchas veces nos exigimos estar bien para los otros, pero un gran aprendizaje que yo he adquirido es el valor de aprender a querer nuestra vulnerabilidad y compartirla con los equipos. Así nos hacemos más “humanos” y nos ayudamos para salir adelante desde las relaciones horizontales y colaborativas. Entender y darnos permiso de que todos podemos equivocarnos, volver a pararnos, aprender y mejorar. Todo esto sólo tiene sentido cuando logramos conectarnos con el propósito, personal y de los equipos. Al poder relacionar lo que uno hace en el trabajo, con algo mayor que te inspira, te hace sentir orgullo y pertenencia, las oportunidades son infinitas.
¿Cómo fomentas el desarrollo de carrera con una perspectiva de género y cómo promueven la igualdad de oportunidades dentro de VSPT Wine Group?
Logrando generar espacios abiertos, ecosistemas que sostengan la incorporación de todas y todos, que permitan la adaptación a las diferencias y así se potencie el talento de cada persona. En esta línea hemos trabajado en VSPT, y desde mi rol en la gestión de personas busco asegurarme de que se genere una cultura inclusiva y dispuesta a recibir el talento, sin importar el género. Desde la Gerencia de Personas buscamos ampliar la mirada y mostrar diversos perfiles y opciones de equipo. Queremos desafiar a nuestros equipos y líderes a derribar paradigmas, y así lograr enriquecer a la organización.
La forma de impulsarlo en VSPT, no está dado solamente por los procesos de atracción de talento, sino que también debe estar impulsado por otras estrategias, como la formación de los equipos para concientizar sobre el tema, el desarrollo de un liderazgo inclusivo que permita sostener la diversidad de los equipos, el empoderamiento de mujeres que genere referentes para potenciar la equidad de género, entre muchos otros. Esto es un trabajo que toma tiempo, una transformación cultural que se compone de múltiples detalles y se debe reforzar día a día. Es un relato que se debe respirar en cada decisión y acción que emprendemos.
Desde tu perspectiva, ¿cómo puede el liderazgo femenino contribuir a una cultura organizacional más equitativa y colaborativa?
Al Incluir mujeres en estas posiciones le otorgamos diversidad a toma de decisiones mediante un acto inclusivo, entregando un punto de vista distinto y eso inevitablemente trae creatividad, cuestionamientos y una mayor reflexión. Se visibilizan nuevas realidades y hay más motivos para derribar paradigmas. Quizás al final la decisión sea la misma, pero el proceso para llegar a ella sin duda se habrá enriquecido porque en las diferencias está la riqueza. Vivimos en un mundo mixto y es imposible abarcarlo desde solo un género o una postura lineal.
En una industria tan arraigada en la tradición y la cultura como la del vino, ¿cómo fomentan la creatividad y la innovación en la cultura organizacional de VSPT Wine Group? Lo primero, es derribar paradigmas, si bien nosotros somos parte de la industria del vino y estamos orgullosos del oficio que tenemos, también nos pensamos como una empresa de consumo masivo, constructores de marcas y de experiencias. Desde ahí, queremos abrir oportunidades nuevas en la industria, ser más disruptivos. Por ejemplo, una de nuestras marcas se llama Gato Negro y se vende en más de 80 países. Una de las campañas de marketing hacia el consumidor fue de diversidad e inclusión, y eso en la industria vitivinícola chilena, no es común. VSPT ha trabajado mucho para ser una organización fértil para cultivar nuevas ideas, innovar, mirar los problemas desde distintos ángulos y no tener miedo a intentar nuevas soluciones. Con apertura al fracaso, entendiendo que ahí encontraremos aprendizaje y oportunidades.
¿Tienes algún ejemplo de iniciativas creativas que se han implementado?
Si pudiera desatacar algún ejemplo creativo más reciente, les diría que quisimos abrazar la diversidad de nuestro equipo y realizamos un giro en los beneficios, para potenciar la calidad de vida. Para eso creamos un programa de beneficios flexibles que se traduce en tiempo del que cada persona puede disponer para usar, de no usarlo, puede elegir porqué producto de la compañía quiere canjearlo. Le queremos dar a las personas la opción de elegir de acuerdo a quienes son. Por ejemplo, para el cumpleaños, cada persona elige qué quiere de regalo desde la compañía.
