Eliana Bracciaforte es, además de una referente en temas de Diversidad e Inclusión, la Co-Fundadora de Workana, la plataforma pionera de trabajo remoto en América Latina. Inquieta y con un hermoso espíritu emprendedor, Eliana asegura que su propósito es influenciar el futuro del trabajo.
Eliana es una emprendedora apasionada, quien con su socio Tomás, generaron una plataforma de trabajo remoto que busca fomentar el empleo y el acceso a oportunidades a las que anteriormente muchas personas no podían acceder. “El trabajo freelance naturalmente también fomenta la Diversidad e Inclusión, ya que hay personas que tienen movilidad reducida o alguna discapacidad, y a través de plataformas como Workana pueden conseguir un empleo si necesitan un entorno especial para poder trabajar”, asegura Eliana sobre las posibilidades que abre su plataforma en torno a la Diversidad e Inclusión.
¿Cómo te definirías? ¿Quién es Eliana?
Me defino como emprendedora, mamá y nerd. Soy una persona inquieta, siempre estoy buscando la manera de no aburrirme con las cosas, y eso contribuye a que esté pensando qué hacer o cómo mejorar tanto en lo personal como en mi organización. Siempre estoy emprendiendo. Mi familia me acompaña y me apoya, priorizo el disfrute con ellos… Y nerd, porque es mi manera de ser, siempre me conecto mucho con historias y contenidos, imaginándome cosas que me motiven y me ayuden con mis ideas.
¿Cómo unís tu propósito personal con el laboral?
Realmente, no veo mi propósito personal y laboral de formas separadas. Siempre trato de que el impacto que yo quiero tener en mi vida personal lo pueda aplicar también desde el trabajo, porque si no seguramente voy a querer cambiar lo que estoy haciendo, así que son cosas que tienen que estar muy alineadas, y tengo la ventaja de poder elegir como quiero trabajar.
El impacto desde Workana tiene que ver con el impacto social en la vida de las personas, cómo trabajamos para influenciar ese cambio en las organizaciones. Por ejemplo, yo trabajo remoto desde mi casa y disfruto un montón de no tener que hacer un viaje al trabajo, de poder llevar mis niños al colegio, de irlos a buscar, de almorzar a veces en familia, y creo que eso debe devolverles el tiempo a las personas que se dedicaban antes al trabajo presencial. Una hora de ida y una hora devuelta al trabajo, si es que no es tanto, son dos horas, más las 9 horas que estás en el trabajo, son 11 horas, entonces ¿cuánto tiempo te queda para vos? Eso es algo que me encantaría que cambie para todos y que cada vez trabajemos menos, pero produzcamos más.
Cuéntanos un poco de tu camino laboral…
Terminé la Universidad en Córdoba y me mudé a Buenos Aires para ayudar a mi padre en su empresa, que estaba abriendo un local, era también una excusa para venir a esta ciudad que me encanta. En ese tiempo tuve la experiencia de trabajar en videojuegos, pero luego veo que Google publica en un diario argentino que estaban abriendo oficinas en Buenos Aires, así que envié mi curriculum a través de la página de ellos y tuve la suerte de ser una de las primeras 15 personas empleadas en Google Argentina. Operaba como startup, fue como una familia también y la experiencia fue muy positiva… Con el tiempo me fui a Google Brasil, a donde conocí muchos emprendedores y uno de ellos fue Tomas, mi socio. Ahí surgió la idea de Workana, que finalmente lanzamos el 30 de mayo de 2012.
¿Y cómo surgió la idea de Workana?
La idea surgió un poco de casualidad. Habíamos contratado en una plataforma que era muy parecida a Workana a una persona para hacer una investigación de mercado, y luego Tomás también contrató a alguien para hacer un video del cumpleaños de su hijo. Cuando llega el video, lo vemos y me dice ¡Che, esto es increíble, alguien acaba de hacer un video para el cumpleaños de mi hijo y yo solo le mandé las fotos! Fue excelente, y ahí nos pusimos a investigar la idea, no había nada similar en América Latina y por eso dijimos: “Hay que hacer algo por la región, definitivamente hay una oportunidad linda acá para que las personas puedan trabajar tanto en portugués como en español”. Hasta entonces, no encontramos nada en nuestros idiomas, y comenzamos a construir este mercado para que las personas puedan venir acá y trabajar desde sus casas en trabajos freelance, trabajos full time, pero siempre que les convenga y tengan oportunidades abiertas a libre localización, como solemos decir.
¿Cómo se asegura Workana de que los freelancers y empresas que utilizan su plataforma están comprometidos con prácticas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente?
En realidad, no tenemos acciones concretas, sin embargo, promover el trabajo remoto en sí, es muy respetuoso con el medioambiente, ya que no utilizan transporte, no usan auto, o los usan mucho menos que si tuvieran que trasladarse a una oficina y esto pueda ayudar a disminuir el dióxido de carbono. Nosotros estábamos más enfocados en el lado social y laboral; sin embargo, también vemos un impacto ambiental positivo.
¿Cuáles son los desafíos en torno a la diversidad en espacios laborales?
Creo que todavía estamos lejos de un lugar cómodo y en el mundo de la tecnología. En Argentina, por ejemplo, la mayoría de los trabajadores de las compañías que reciben inversión son varones, generalmente blancos, de perfiles sociales similares, o de universidades privadas. Sin embargo, eso es malo no por este grupo de personas, sino porque cuando formamos equipos y cuando tratamos de construir la mirada está naturalmente sesgada. En mi opinión, lo más grave en la falta de diversidad es que cuando tienes menos personas que vienen de distintos lugares, y se desarrollaron y crecieron en diferentes contextos, el riesgo es que pierdas de vista algo muy importante y las decisiones que tomes no sean correctas. Workana es una compañía creada en Argentina, pero hoy tenemos más de la mitad de las personas que no son argentinas, y el equipo de dirección de Workana es todo argentino… Estamos trabajando en eso, en su momento hicimos malas contrataciones porque el riesgo que tenemos hoy, al ser todos del mismo país, es que estamos sesgados naturalmente a cómo pensamos desde aquí, cómo crecimos, de quiénes aprendimos, y eso nos puede hacer que tomemos decisiones que no son tan buenas. El no conocer la experiencia de alguien en México, Brasil o de otros países, nos pone en riesgo a todos. Por eso, hay que seguir trabajando en eso, es fundamental para el crecimiento de todos.