Con una sonrisa que refleja la calidez de su tierra natal, Paraguay, Fátima Jiménez, Gerente de Recursos Humanos de Equifax, nos abre las puertas de su vida y su carrera.
Como la menor de ocho hermanos, Fátima Jiménez aprendió desde pequeña la importancia de la familia, el amor y la resiliencia, valores que hoy transmite a su equipo con una empatía que desborda. Madre de dos hijos adolescentes, encuentra en ellos la motivación diaria para ser un ejemplo de perseverancia y dedicación, tanto en su vida personal como profesional. Conversamos con ella sobre su trayectoria, sus desafíos y cómo ha logrado que su equipo en Paraguay se convierta en un modelo a seguir dentro de una gran organización.
Cuéntanos un poco de tu historia, ¿cómo tu vida personal te ha llevado a un crecimiento constante en tu vida profesional?
Soy la menor de ocho hermanos, y eso ha marcado gran parte de mi vida. Crecí rodeada de amor, cuidados y el constante apoyo de mi familia, especialmente de mis padres, quienes siempre fueron mis modelos a seguir. Mi papá, en particular, me impulsaba a superarme en todo aspecto, inculcándome la importancia de ser buena persona y destacarme en lo que hiciera, tanto a nivel personal como laboral. Recuerdo que, antes de terminar el bachillerato, quería empezar a trabajar, incluso como empaquetadora, pero mi papá insistió en que debía formarme primero. Me inscribió en un curso de dactilografía computarizada, algo que en su momento no entendí, pero que hoy agradezco porque me abrió las puertas a mi primer empleo. Desde joven, supe que el trabajo con personas era lo mío, y eso me llevó a estudiar psicología. Mi carrera en Equifax, que comenzó en la empresa familiar, me ha permitido crecer y adaptarme a un entorno en constante cambio. Estoy agradecida por los desafíos que he enfrentado, porque me han exigido estar siempre al día, formándome y evolucionando, tanto personal como profesionalmente. Hoy disfruto profundamente de lo que hago y de cómo hemos crecido en Paraguay, enfrentando juntos cada nuevo desafío.
¿Qué valores personales consideras fundamentales y cómo los aplicas en tu rol como Gerente de Recursos Humanos?
Para mí, lo más importante es la vocación de servicio y la empatía. Aunque nunca podemos estar en el lugar de otra persona ni ver el mundo exactamente como lo ve, creo firmemente en el esfuerzo de entenderla. Es fundamental intentar descubrir con qué carga emocional o experiencias está lidiando, escucharla atentamente y mantener siempre la mente abierta. Lo más valioso es poder ofrecer ayuda sin juzgar, estar siempre dispuesta a extender una mano amiga, ya sea para apoyar su desarrollo personal o profesional, o para acompañarla en un momento difícil. Servir a los demás y tener la capacidad de ser empática es lo que considero esencial en cualquier relación humana. Es esa facilidad para ponerse en los zapatos del otro, sin prejuicios, lo que realmente hace la diferencia.
¿Cómo manejas la gestión del cambio dentro de la organización, especialmente en tiempos de incertidumbre o crisis?
Lo bonito de trabajar en Equifax es que el cambio es una constante. En nuestras reuniones, siempre comentamos cómo, justo cuando superamos un gran proceso o una transformación importante, aparece algo nuevo que nos desafía de nuevo. También coincidimos en que, sin cambios, las empresas no sobreviven. Entonces, ¿cómo nos preparamos? La clave es estar siempre cerca de los colaboradores, brindarles el apoyo y el respaldo que necesitan, y ofrecer la formación adecuada para enfrentar el próximo cambio. Un ejemplo de esto es la actual migración de Equifax a la nube, un proceso que implica dejar atrás los servidores físicos locales, y que representa una transformación enorme para la empresa. En momentos así, la gente necesita sentirse contenida y bien informada, entender por qué se están implementando estos cambios y cómo les afectará. Es fundamental que se sientan parte del proceso, porque si excluyes a las personas y simplemente impones decisiones, el compromiso se pierde. Por eso, es esencial comunicar de manera clara, escuchar sus preocupaciones y proporcionarles las herramientas necesarias para que puedan alcanzar los objetivos esperados. La formación técnica y el acompañamiento son vitales en estos momentos de transformación.
¿Podrías compartir un ejemplo de un proyecto o iniciativa en Equifax que te haya llenado de orgullo?
Hay dos momentos que realmente marcaron mi trayectoria en Equifax. El primero fue en 2013, cuando Informconf, la empresa familiar en la que trabajábamos se integró a una multinacional. Este proceso trajo consigo una gran incertidumbre: los colaboradores tenían muchas dudas y temores sobre lo que vendría, sobre quiénes serían nuestros nuevos jefes y cómo cambiaría todo. Fue increíblemente gratificante ver cómo logramos demostrar nuestra experiencia y conocimiento, superando las expectativas y adaptándonos a una cultura que, en ese momento, nos era completamente desconocida. Lo más hermoso de todo fue que, a pesar de los cambios, mantuvimos la calidad y la calidez de nuestro equipo. Hoy, somos un referente para otros países dentro de Equifax; a menudo escuchamos “consulta con Paraguay, ellos saben cómo hacerlo”. Ver ese reconocimiento al trabajo de todo el equipo es algo que me llena de orgullo. El segundo momento clave fue el año pasado, cuando por primera vez certificamos como una empresa Great Place to Work, alcanzando un porcentaje del 92%, y este año logramos recertificarnos con el 96% de respuestas favorables. Es un logro enorme, siendo el primer y único país dentro de Equifax en lograrlo, lo que demuestra lo bien que se siente nuestra gente trabajando aquí. Estos dos momentos han sido fundamentales en mi desarrollo profesional en Equifax.
¿Qué te motiva a seguir creciendo y aprendiendo en tu carrera?
Mis hijos son mi mayor motivación. Siempre he querido ser un ejemplo para ellos, de la misma manera que mis padres lo fueron para mí. Quiero que vean que todo lo que se hace con amor, perseverancia, paciencia y entusiasmo trae resultados positivos, ya sea a corto o largo plazo. Es importante que aprendan a no rendirse, a no bajar los brazos, y a atreverse, porque no hay límites cuando uno está convencido de que puede lograrlo. Pero también es fundamental estar siempre preparado para las oportunidades y desafíos que se presenten en el camino. Ellos son realmente mi motor, y mi deseo es dejarles un legado que, cuando yo ya no esté, puedan recordar cómo me enfrenté a la vida y cómo lo que hice dejó una huella. Esto también lo aplico en mi trabajo. Me gustaría que, al no estar, se note mi ausencia y se recuerden las cosas que hacía, que de alguna manera pueda trascender y dejar una marca en quienes me rodean.
¿Quién es Fátima?
Apodo: Fá.
Profesión: Psicóloga laboral y una Maestría en gestión de recursos humanos.
Cargo: Gerente de Recursos humanos.
Signo del zodíaco: Tauro.
¿Dónde vives?: Asunción.
¿Tienes hijos?: dos hermosos hijos: Lucas de 18 y Agustina de 15.
¿Mascotas?: si, tenemos 4 perritos.
Comida favorita: Paella.
Edad: 46.
Hobbies: Me encanta viajar, conocer nuevos lugares, ver series.
UN POCO DE ROCK:
¿Cuál es el libro que más ha influido en tu vida y por qué?
Matar a mis gigantes, de Tim Teasdale.
¿Una película que te inspire a seguir avanzando?
Soy más de ver series y depende mucho del momento en el que esté.
¿Un lugar donde te gustaría vivir para inspirarte a evolucionar?
La evolución no depende del lugar sino de adentro. Pero si puedo vivir afuera viviría en Italia.
¿Cuál es el hábito diario que te mantiene enfocada?
Agradecer por un nuevo día y ofrecer lo que me depara el día. Planificar, me gusta llevar una agenda con los temas del día.
¿Una herramienta tecnológica que consideras esencial para tu trabajo?
Plataformas de Payroll, Gestión de personas, sin descuidar la interacción personal que para mí es fundamental.
¿Qué color te representa mejor como persona?
Rojo, es elegante, marca presencia y fuerza.
