Germán Leonardo Bustos Suárez estuvo cerca de ser sacerdote, pero hoy se destaca como uno de los líderes de la era digital en Claro Colombia, reconociendo que su vocación siempre fue la misma: estar al servicio de los demás.
Ha demostrado que los avances en tecnología y analítica son mucho más que números o procesos automatizados: son una oportunidad para revolucionar la gestión humana. Bajo su liderazgo, Claro ha pasado de aplicar estrategias generales a desarrollar programas de alto impacto, personalizados para cada individuo, usando los datos de una forma que nunca antes habíamos visto en recursos humanos. Germán Leonardo Bustos Suárez no solo entiende de tecnología, sino que la ha convertido en un catalizador de cambio. Su carrera no fue una decisión premeditada, pero cada paso lo ha llevado a convertirse en el defensor de un enfoque más humano en las organizaciones, utilizando la inteligencia artificial y la data para transformar no solo procesos, sino vidas.
¿Qué te motivó a dedicarte a la gestión humana? ¿Hay algún evento o experiencia en tu vida personal que te haya inspirado?
Sí, en realidad mi llegada a gestión humana no fue algo planeado. Estaba trabajando en Acerías Paz de Río cuando el director de gestión humana renunció, y el presidente me insistió en que asumiera el cargo. Al principio, mis primeros años estuvieron más centrados en lo administrativo, pero muy pronto descubrí que trabajar con personas me gustaba mucho, lo cual conectó con una parte importante de mi juventud. Estudié en el seminario porque en ese momento quería ser sacerdote. Al mirar atrás, me doy cuenta de que los momentos más felices de mi vida fueron aquellos en los que me dediqué al servicio de los demás. Creo que, tarde o temprano, hubiera terminado en gestión humana de todas formas. Para mí, gestión humana es una manera de seguir sirviendo a las personas. Recuerdo cuando en mi juventud, íbamos a las veredas o parroquias a hacer catequesis y colaborar en obras sociales; creo que fue ahí cuando despertó en mí el deseo de ayudar a otros. Aunque en un principio me llevaron a este rol, mi desarrollo profesional me hizo darme cuenta de que, desde gestión humana, realmente podía continuar haciendo lo que más me llena: ayudar a las personas.
Si no hubieras seguido una carrera en Recursos Humanos, ¿en qué otra área profesional te hubiera gustado desarrollarte?
Seguramente estaría dedicado a temas de sostenibilidad o responsabilidad social. De no haber sido así, probablemente hubiera sido sacerdote.
¿Cuáles han sido los principales desafíos que has enfrentado como director Corporativo de Gestión Humana en una empresa de telecomunicaciones tan grande como Claro?
Creo que el mayor reto para cualquier director de gestión humana es encontrar el equilibrio entre lo que el negocio necesita y lo que las personas esperan. El principal desafío es gestionar esa relación y lograr un balance adecuado. Es crucial entender que, en la medida en que logramos darle sostenibilidad y desarrollo al negocio, podemos hacer muchas más cosas por las personas. Lograr ese equilibrio garantiza el desarrollo del talento y, como resultado, los objetivos del negocio. Para mí, el reto más importante radica en alinear el bienestar, crecimiento y desarrollo de las personas con la estrategia empresarial. Por supuesto, esto trae consigo desafíos adicionales. Uno de ellos es trabajar con tantas generaciones diferentes a la vez. Antes, prácticamente había una sola generación en la fuerza laboral, pero ahora las diferencias entre ellas son cada vez más marcadas. Cada generación tiene valores, motivaciones y formas de pensar muy distintas, y lograr que todas trabajen juntas bajo el mismo techo es un reto constante. Otro gran desafío es el desarrollo de habilidades de liderazgo en todos aquellos que tienen equipos a su cargo. Estos dos temas —la diversidad generacional y el liderazgo— son claves para mantener ese equilibrio entre las necesidades del negocio y las expectativas de las personas.
¿Cómo aseguran en Claro Colombia que la tecnología y los datos no solo optimicen procesos, sino que también mejoren la experiencia humana de los colaboradores?
Uno de los grandes valores de la tecnología, especialmente con el avance de la analítica y la inteligencia artificial, es que estas herramientas nos permiten avanzar de manera contundente en la humanización de las organizaciones. Con datos más precisos, podemos entender mejor a los distintos grupos que se motivan por diferentes razones, lo que nos permite crear planes de trabajo mucho más enfocados y con mayor impacto. Antes diseñábamos planes generales para toda la organización, pero hoy, gracias a la analítica, podemos descubrir con precisión los gustos y motivaciones de las personas, y trabajar en consecuencia. Por ejemplo, si a algunos les importan las mascotas, creamos programas específicos para ellos; si a otros les apasiona el arte, hacemos lo mismo. Todo esto lo logramos con datos y tecnología. Curiosamente, la tecnología está ayudando a que las organizaciones sean más humanas. También hemos estado trabajando en una transformación cultural dentro de la organización. Al principio nos centramos en la innovación, pero hemos aprendido que, al volver a lo básico del ser humano, logramos las mayores transformaciones. Por eso, quienes estamos en la gestión humana debemos enfocarnos en el ‘ser’ para poder transformar el ‘hacer’.
¿Quién es Germán?
Profesión: Administrador de Empresas.
Cargo: Director Corporativo de Gestión Humana.
Signo del zodíaco: Virgo.
¿Dónde vives?: La Calera.
¿Tienes hijos?: Isabella, de 12 años.
¿Mascotas?: Bella, una Golden Retriever y Milo, un Pastor Australiano.
Comida favorita: El cangrejo, la carne y los hot dogs.
Edad: 55.
Hobbies: Juego tenis, me encanta reunirme con mis amigos a cantar, y me gusta mucho escribir y pasar tiempo con mi hija.
UN POCO DE ROCK:
¿Un lugar donde te gustaría vivir para inspirarte a evolucionar?
Barcelona.
¿Cuál es esa pasión secreta que pocos conocen de ti?
Escribir. Mi pasión está en la comunicación, me encanta construir mensajes y estrategias de comunicación.
Si tu vida fuera una playlist, ¿qué canción no podrían faltar?
La fiesta, de Pedro Capó.
¿Qué color te representa mejor como persona?
Azul.
¿Cuál fue el primer dispositivo tecnológico que te impactó y cómo influyó en tu carrera?
El computador personal, me cambió la vida y el trabajo completamente. Luego, el internet.
¿Tienes algún ritual o hábito que mezcle lo analógico con lo digital?
Los temas gruesos del trabajo los escribo a mano y después los paso a digital.