La incorporación de la IA en la gestión de personas es un tema que está en boca de todos. No hay más que ver los títulos de los webinars, de las conferencias en seminarios, de los cursos en este 2024 para entender que casi todo giró en torno a la inteligencia artificial.
La IA nos ayuda a hacer nuestro trabajo mejor y más rápido. Desde análisis de desempeño hasta chatbots que responden preguntas de los empleados en tiempo récord (y nos avisa de las preguntas en las que sí debemos implicarnos y responder de forma humana), la IA es la herramienta que nos permite centrarnos en lo que realmente importa: las personas. El aprendizaje automático y el procesamiento del lenguaje natural ya están integrados en herramientas que usamos día a día para personalizar formaciones o incluso para clasificar candidatos en función de su ajuste a un puesto concreto.
Aunque parezca que estamos en un episodio de Black Mirror, la realidad es que la IA no está aquí para sustituirnos. Según el Foro Económico Mundial, el 23% de los empleos actuales cambiarían drásticamente entre 2023 y 2027, pero esto no significa que vayamos a perder el trabajo. De hecho, se crearán nuevas profesiones, muchas de ellas relacionadas con la IA y la tecnología.
El auge de la IA trae consigo retos éticos importantes, no lo vamos a negar. Al revés, debemos poner este tema encima de la mesa. La UE (Unión Europea) ya está implementando regulaciones específicas para el uso de la IA en entornos de trabajo. Estos marcos legales pretenden evitar la discriminación y los sesgos, el uso de datos biométricos para inferir emociones de los empleados, protegiendo así su privacidad.
Es fundamental que, como líderes de personas, no perdamos de vista que la IA debe estar al servicio del bienestar humano, no de su explotación. Por eso, es necesario que las compañías realicen auditorías internas de sus sistemas para garantizar que están cumpliendo con estas regulaciones y que no se sobrepasan los límites éticos.
La IA no es el villano de la historia. Es más bien un socio que puede amplificar la inteligencia humana si lo manejamos correctamente. Pero, ojo, no podemos dejar que todo el control recaiga en los algoritmos. La empatía, el liderazgo y la toma de decisiones basada en el bienestar de las personas siguen siendo exclusivamente humanos. En el fondo, el futuro de la gestión de personas pasa por un equilibrio entre lo humano y lo tecnológico. Así que, afinemos nuestras cuerdas, porque la IA puede ser nuestra mayor aliada si sabemos cómo tocar las notas correctas.
Referencias
World Economic Forum. (2023). The future of jobs report 2023. https://www3.weforum.org/docs/WEF_Future_of_Jobs_2023.pdf