jueves 26 diciembre 2024
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    José Antonio Aguilar: Tejiendo hilos de igualdad.

    Nos adentramos en la autenticidad y la historia única de José Antonio Aguilar Contreras, también conocido como Pepe, un Ashoka Fellow y director ejecutivo de Educación contra el Racismo, A.C. 

    Pepe nos habló desde los días de su niñez hasta el despertar de su identidad como hombre gay. Su vida, tejida con hilos de desigualdades, fue lo que lo inspiró a fundar RacismoMX en 2018, como una respuesta valiente a las sombras raciales que persisten en México. ¿Cuál es su sueño? Ser un Agente de Cambio. Para él, esto significa no solo cuestionar el status quo, sino también usar su reconocimiento para impulsar cambios significativos y visibilizar el trabajo de otros emprendedores sociales. Descubre cómo este emprendedor social transforma narrativas de cambio, desafiando estructuras y poniendo el racismo en primer plano 

    José, como invitado de Rocking Talent seguro tienes una trayectoria única, ¿cuál es tu historia? 

    Mi mamá y mi papá me tuvieron en 1980, y siempre fui muy curioso, bailarín y risueño. Mis papás tuvieron una empresa y recuerdo que siempre nos involucraban mucho a mi hermana y a mí de pequeñes. Estudié economía y siempre me gustó la administración de empresas. Mi conciencia social no sólo comenzó con la pregunta ¿por qué permitimos que exista la desigualdad? sino que se acentuó cuando reconocí mi identidad como hombre gay y me di cuenta de las opresiones que existen sólo por ser quién eres. Desde joven quise involucrarme en el despertar social con las herramientas técnicas que tenía (finanzas, administración, marketing). Por eso en 2016, fundé la primera revista LGBTIQ comercial e impresa en México, se llamó OHM. Este proyecto de emprendimiento duró 6 años, pero el impacto que tuvo a nivel social y a nivel personal fue muy grande. A nivel social, la revista visibilizó a la población LGBTIQ y la puso en la agenda pública, especialmente al discutirse el matrimonio igualitario en la Ciudad de México. A nivel personal, la revista fue una gran escuela; tuve muchos errores de los que intenté aprender, y a la vez le perdí el miedo a tomar riesgos. Más vale arriesgarte y hacerlo, que quedarte con las ganas. 

    ¿Qué experiencias o situaciones personales te llevaron a fundar RacismoMX en 2018? 

    Yo crecí pensando que en México todos somos iguales, porque somos “mestizos” y, aún así, todos los días veía desigualdades que se basaban en la racialidad, tono de piel, acento, etc. Yo, como hombre moreno y racializado, crecí en círculos muy blancos/blanqueados, y en donde en todo momento se me recordaba que yo no debía aspirar a ser guapo, inteligente, o cool por no ser guërito. Esa sensación -que en ese momento no veía como problema social- permaneció durante mucho tiempo hasta que ya de adulto viví varias experiencias (en lo social, en lo laboral, en lo académico) que me orillaron a aceptar que eso que había vivido era discriminación racial.  

    ¿Hiciste algún viaje que influyera en esa perspectiva? 

    Al estudiar la maestría viví en Reino Unido, y ahí me sorprendió la apertura con la que la gente hablaba del racismo que vivían o atestiguaban, y me pregunté: ¿Por qué en México no hablamos de racismo al ser un problema tan profundo? Ahí mi mente comenzó a volar… Mi primera idea: hacer un documental sobre este tema. Para eso tenía que estudiar mucho más el problema del racismo. Me metí a la UNAM a estudiar y me sorprendió que en la academia era un tema muy estudiado, pero que no estaba comunicado lo suficiente. Si yo, un hombre prieto, he vivido actos de racismo ¿cómo lo vivirían las personas afrodescendientes o de pueblos originarios? ¿Cómo entender el despojo y la violencia que hemos vivido por 500 años? Era urgente hablar del tema. Ahí encontré mi lugar y en 2018 lancé la página web y las redes de RacismoMX, con el mismo nombre del documental que preparaba. Aunque el documental sigue estando en etapa de producción, en 2020 decidimos abrir la organización para proponer más proyectos, además de comunicar: podemos desarrollar una perspectiva completamente diferente en la política pública, en la legislación y en la investigación.  

    En tu labor con RacismoMX, ¿cuáles han sido los mayores desafíos y logros hasta ahora? 

    Uno de los mayores desafíos es haber cuestionado la identidad mestiza mexicana. Al hablar de racismo, es necesario siempre hablar de los procesos forzosos de blanqueamiento y aspiración eurocentrada que, en México, se conoce como mestizaje. Es tanto el adoctrinamiento a este concepto, que hoy día en México es normal decir “cásate con alguien más blanco para mejorar la raza”. Cuestionar al mestizaje nos llevó a que nos atacaran en redes diciéndonos “anti-mexicanos” o incluso -al ser el antirracismo una lucha que ha sido cooptada por el poder político- nos han dicho que ”le hacemos el juego al gobierno”, pero cuando criticamos las políticas racistas del gobierno nos dicen “becados por Soros”. Hablar de racismo debe ser incómodo, si no es incómodo no funciona. Pero al ser incómodo, siempre vamos a pisar muchos callos.  

    Sin embargo, el mayor logro de RacismoMX ha sido poner en la agenda pública el problema histórico del racismo. Aunque antes de 2018-2019 había ciertos círculos, especialmente académicos, en donde se hablaba de racismo, no fue sino hasta 2020 que pudimos llevarlo a gran escala, primero con el conversatorio con Chumel Torres y Tenoch Huerta, que fue el evento virtual más visto durante la pandemia, y después con las campañas tan icónicas como la de “Hablemos de racismo” y “Revolución contra el algoritmo”. Esto ha llevado a que surjan otros proyectos, especialmente desde las juventudes, que hablan de racismo desde distintas perspectivas, desde la perspectiva afrodescendiente, desde los pueblos originarios, desde el barrio, y desde la reivindicación de la identidad prieta. 

    En el ámbito de la música y la cultura, ¿cómo visualizas la contribución para abrir diálogos y generar conciencia sobre el racismo en la sociedad mexicana? 

    Históricamente, ha habido expresiones que recuperan la cultura de aquellas personas que han sido históricamente racializadas; claro, no todas llegan a ser grupos “mainstream” o populares, pero en sus temas o letras, el tema de la reivindicación racial, barrial o comunal son una constante. Un ejemplo son la Sara Curruchich, Los de Abajo, Kumantukxuxpë (grupo mixe de música electrónica) o la ola de raperas y raperos mayas que se han vuelto muy populares en la península. En el tema cultural existen pintores/fotógrafes que también retoman esos temas como el pintor Fabian Chairez o el fotógrafo Dorian Ulises. Pero hay que ser cuidadoses: la cultura está constantemente al acecho del mercado y en riesgo todo el tiempo de ser “tokenizado” (usado sólo para marketing). Aunque yo soy un convencido de que la representación mediática para las luchas sociales importa mucho, también sé que dicha representación tiene un límite. No podemos afirmar que una empresa ya no es racista sólo porque ponga una persona racializada en sus anuncios. El antirracismo implica ir más allá; merece un cambio en las políticas y en la redistribución de la riqueza. 

    Como emprendedor social, ¿qué consejo le darías a aquellos que buscan abordar problemas sociales a través de proyectos innovadores? 

    Que no tengan miedo a equivocarse. Últimamente las y los emprendedores sociales tienen miedo de caer en temas que son políticamente incorrectos, de quedar mal con una parte de la sociedad, o de no cuestionar el status quo. Mi recomendación es que recuerden que ser emprendedoras/es sociales innovadores supone un reto al status quo, y supone también que muchos sectores se van a incomodar con su proyecto innovador. No importa, sigan adelante, ya que esa será la única forma de comprobar que su emprendimiento funciona. 

    ¿Qué significa para ti ser Agente de Cambio? 

    Ser agente de cambio es sacudir las estructuras para poder generar un verdadero cambio y no sólo soluciones paliativas. Muchas de las personas que generan cambios verdaderos no se ven ni se conocen, por lo que, al ser reconocido como agente de cambio, tengo la responsabilidad de usar este privilegio para hacer los cambios necesarios y visibilizar el trabajo de otras personas. En otras palabras, es usar el espacio que se me otorgó, seguir generando proyectos que reten al status quo y ayudar a que otras personas emprendedoras sociales sean reconocidas de igual forma. 

    ¿Quién es José?

    Nombre: José Antonio Aguilar Contreras. 

    Nacionalidad: mexicana. 

    Empresa u organización: Educación contra el racismo, A.C. (también conocido en redes como “RacismoMX”). 

    Cargo: director ejecutivo. 

    Apodo: Pepe. 

    Profesión: Economista. 

    Edad: 44 años. 

    Mascota: Hannah y Valentino (ambos chihuahuas). 

    Comida preferida: asiática. 

    Deporte favorito: Gimnasio. 

    Hobbies: Leer, ver series, cocinar. 

    Prenda de ropa preferida: T-shirts negras. 

    Una palabra para definirte: Curioso. 

    Cantante o banda de música: The Cranberries. 

    ¿A quién admiras?: Roger Waters, vocalista de Pink Floyd, por levantar la voz contra el genocidio en Palestina. 

    ¿Qué significa para ti ser Ashoka Fellow? Una oportunidad para que más personas conozcan qué es ser antirracista. 

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