Karen García, con 44 años y una sólida carrera como Gestora de Recursos Humanos en Panamá, es la Socia Directora de Consultoría, Facilitadora y Coach Ejecutiva en Gente Smart. Acuariana y una emprendedora apasionada por la escritura y la lectura, Karen es una mujer de muchos talentos y pasiones.
Descubrimos su inspiradora historia y sus visiones: “Emprender es salir de tu zona de confort, atreverse a crecer cada vez que tomas una iniciativa, un riesgo o cuando emprendes un nuevo proyecto”, afirma la mamá de Andrés y Alejandra.
Parece que tienes una pasión genuina por el mundo empresarial. Cuéntanos, ¿cómo comenzó tu viaje en este emocionante campo?
Empecé a trabajar siendo muy joven, cuando tenía 16 años… Desde entonces, me mantuve involucrada en el mundo empresarial y en roles de colaboración y empleo hasta el 2015. Pasé algún tiempo en mis inicios dentro del ámbito de la administración, fui asistente administrativa y asistente de operaciones. Un período importante en mi carrera fue mi tiempo en McDonald’s, donde trabajé durante aproximadamente 5 años. Fue allí donde identificaron mis capacidades para la gestión de los recursos humanos. Inicié como Coordinadora de Beneficios y Compensación, luego ascendí a Supervisora de RRHH hasta que llegué a un punto en el que había progresado lo suficiente como para dar el siguiente paso. A los 28 años, di el salto a otra organización, donde tuve la primera oportunidad de ser Gerente de Recursos Humanos, rol que se convirtió en el inicio de una nueva etapa en mi carrera. Siempre estuvo presente en mis roles el enfoque en el desarrollo humano, el fomento del talento, la identificación de capacidades y dar herramientas para permitir a otros desarrollar su potencial.
Cuéntanos un momento que haya marcado un punto de inflexión en tu carrera…
En 2015, tras colaborar 5 años en una organización que me ayudó a crecer tanto profesional como personalmente, experimenté un gran cambio. En ese entonces era directora regional de RRHH para Centroamérica & Caribe y ya no encajaba con la dirección que estaba tomando la empresa. Aunque fue un momento de cambio significativo y algo doloroso para mí, tomé la decisión de salir de la organización y perseguir un sueño que me había planteado para cuando cumpliera 50 años. Me decía a mí misma: «Cuando tenga 50 años, saldré y crearé mi empresa de consultoría para impulsar el talento de muchas más personas.» Claro, en ese momento, tenía alrededor de 36 años y lo veía como algo lejano. Sin embargo, ese cambio me llevó a replantearme la vida y cuestionarme por qué no hacerlo antes. Así que asumí el riesgo y aquí estoy, ocho años después, con una empresa de consultoría y gestión de recursos humanos, viviendo lo que me gusta, lo que me apasiona y, sobre todo, cumpliendo con la filosofía que mencioné al principio: dejar huellas positivas en la gente. En cada trabajo y en cada proyecto que llevamos a cabo, siempre busco la manera de dejar esa huella.
Ser un emprendedor a menudo implica asumir riesgos. ¿Cuál ha sido el mayor desafío que has enfrentado y cómo lo superaste?
Parte de esa historia es que, cuando salí de la organización y decidí embarcarme en el camino del emprendimiento, fue el mayor riesgo que había tomado en mi vida. Después de 20 años trabajando como colaboradora trabajando para otros, tomar ese salto y aventurarme literalmente al vacío, sin saber si funcionaría o no, fue realmente un desafío, especialmente para mí pues soy una persona que naturalmente evita correr riesgos, más bien soy un tanto cautelosa. Me llevó alrededor de 6 meses de pensar y repensar la decisión antes de finalmente tomarla.
¿Qué te ayudó a llevar la situación de la mejor manera?
Tuve la suerte de contar con personas a mi lado que me brindaban un gran apoyo, incluyendo a mi esposo, mis hijos y al que hoy es mi socio. Comencé sola, como consultora independiente y así estuve por un tiempo. Después me uní a mi actual socio, Juan Carlos, que ya tenía una base bastante más establecida y había creado Gente Smart. Juntos nos enfocamos en hacer crecer la empresa hasta llevarla al éxito que tiene hoy, donde atendemos empresas multinacionales y locales en una diversidad de industrias, lo que nos brinda una cartera de clientes interesante. Aunque creo que el reto más significativo no fue solo tomar la decisión, sino también mantenerme firme en ella. Fue un desafío importante, ya que durante los dos primeros años se presentaron oportunidades de empleo que me invitaban a regresar a la vida de seguridad y estabilidad que tenía anteriormente. Mantenerme fiel a lo que me propuse fue desafiante. Esta es una historia que involucra dos momentos o fases de decisiones y retos importantes.
La tecnología ha cambiado la forma en que operan las empresas. ¿Podrías hablarnos sobre cómo ves la interacción entre la tecnología y las personas en el contexto empresarial?
Lo veo como algo más que necesario. En primer lugar, la tecnología no es algo que podamos detener; ya está presente y mientras tengamos la capacidad de pensar, seguiremos ideando, creando y evolucionando. Lo comparo con un baile, en el que debemos avanzar al compás adecuado, manteniéndonos en sincronía con la tecnología y adaptándola a nuestras necesidades cambiantes como seres humanos. Al mismo tiempo, nosotros también debemos adaptarnos a ella. Por eso lo comparo con un «baile», donde estamos en la misma sintonía, danzando coordinadamente. Lo que está ocurriendo en la actualidad, es que la evolución tecnológica está ocurriendo a un ritmo mucho más rápido de lo que quizás estamos preparados para asimilar, y esa adaptación es la que necesitamos acelerar. Ya lo hemos hecho antes durante la Revolución Industrial.
¿Cuál es tu opinión respecto a la tecnología y el futuro del trabajo? ¿Crees que reemplazarán algunos trabajos?
Me recuerda a la película de Willy Wonka, donde uno de los personajes había perdido su trabajo debido a la llegada de máquinas que realizaban las mismas tareas que él. Al final de la película, sucede algo interesante: la persona despedida y luego la contrataron para reparar la máquina. Esto es algo que está sucediendo hoy con muchas profesiones y funciones, hay tareas o labores que la tecnología está asumiendo en lugar de los seres humanos. La tecnología puede realizar labores que antes eran de nuestra responsabilidad, lo que nos facilita la vida, ahorra tiempo y reduce el trabajo manual. No obstante, debemos ser lo suficientemente ágiles para adaptarnos y aprender nuevas habilidades. Esto significa evolucionar, y aunque algunos pueden hacerlo más rápido que otros, todos estamos enfrentando este mismo reto. Aquí entra en juego el papel de las organizaciones como responsables de proporcionar las herramientas necesarias para que esta adaptación sea posible. Pero no solo las empresas tienen ese rol, sino que la sociedad en su conjunto también tiene la responsabilidad de prepararse para este cambio. Es un esfuerzo conjunto en el que todos deben involucrarse para estar listos hacia lo que está por venir.
Desde tu perspectiva, ¿cuál es la cualidad más valiosa que un líder debe tener para impulsar el crecimiento y el éxito en una organización?
Tener interés genuino por el bienestar de las personas. A mí me gusta tratar el liderazgo como una relación similar a la que se tiene con la familia. Como líder, las personas que estás guiando te observan, te toman como modelo y esperan de ti que tengas un interés auténtico en su bienestar. Es similar a la relación entre padres e hijos, donde esperamos que los padres se preocupen por nosotros, estén atentos, nos guíen, nos inspiren, nos sirvan de ejemplo y nos enseñen. Para mí, esa es la esencia del rol de líder. Para mí es el elemento clave: tener un genuino interés por las personas. Esto se manifiesta a través de acciones como enseñar, proporcionar herramientas, inspirar, allanar el camino y guiar. –.
¿Qué significa para ti la palabra emprender?
Emprender es salir de tu zona de confort, cuando te atreves a crecer, cada vez que tomas una iniciativa, un riesgo o emprendes un nuevo proyecto. Como seres humanos emprendemos continuamente, emprender no es solo abrir un negocio, es cada vez que tomas las riendas y aun con miedo sigues adelante. Emprender para mí es la apertura a atreverte, no importa si en tu vida no has tomado muchos riesgos antes. Hay maneras de lanzarte desde un lugar seguro para ti… Y vale la pena hacerlo, vale la pena tener el aprendizaje.
¿Quién es Karen?
Nombre completo: Karen Annabell García Saucedo
Apodo: Garci
Profesión: Gestora de Recursos Humanos
Nacionalidad: Panamá.
Signo del zodíaco: Acuario
¿Dónde vives?: Ciudad de Panamá
¿Tienes hijos?: 2 hijos, Andrés (18) y Alejandra 16).
¿Mascotas?: Una chihuahua llamada Luna
Comida favorita: Mariscos y chocolate
Edad: 44
Hobbies: Me gusta escribir, leer y últimamente pintar.
Tu lugar favorito: La playa.
UN POCO DE ROCK
¿Cómo te describirías con una palabra?: Estructurada.
Serie o película favorita: Un príncipe en Nueva York
Libro favorito: Memorias de una Geisha
¿Qué personaje histórico serías y por qué?: Ana Frank, porque le gustaba escribir mucho e interpretar la vida a través de la escritura, entonces conecto mucho con ella.
Banda de música o género favorito: A nivel rítmico, el rock de los ´50 y ´60, pero mi cantautora favorita es Alanis Morissette.
Tu cable a tierra es… Mi esposo.
¿Qué país eliges para vivir y por qué?: Panamá siempre.
¿Qué contribución crees que haces para un mundo mejor?: Tiene que ver con mi filosofía de vida, en el 2004 descubrí y definí como propósito de dejar huellas positivas en mi camino. Vivo esa filosofía a través de mi trabajo todos los días. Tengo la facilidad de ver el talento de otros, aun cuando ellos mismos no lo ven, y ayudarles a desarrollarlo. Para mí, eso es dejar un legado que se multiplica.
Un consejo que te dieron y que darías: Todo pasa por algo, y todo no pasa por algo también.