miércoles 6 noviembre 2024
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    Luis López: La clave está en el don

    Desde sus inicios como economista hasta su rol actual como consultor y fundador, Luis López ha recorrido un camino lleno de aprendizajes y transformaciones. Nació en Madrid, y su vida profesional ha estado marcada por la búsqueda constante de oportunidades para crecer y ayudar a otros. En su carrera, ha liderado equipos robustos, siempre manteniendo una mirada hacia el futuro, especialmente en la integración de datos y tecnología. Sin embargo, fue su pasión por ayudar a las personas lo que lo llevó a fundar La Clave del Don, un proyecto tiene como objetivo ayudar a las personas a tomar mejores decisiones desde el inicio de su trayectoria profesional, evitando que se enfrenten a situaciones difíciles sin el apoyo necesario. 

    Cuéntanos un poco de tu historia, y ¿qué te inspiró a enfocarte en el área de la transformación digital y la innovación desde el inicio de tu carrera? 

    Yo soy economista de formación, pero desde el principio me sentí un poco fuera de lugar en el sector financiero tradicional. Mi interés siempre fue buscar un entorno donde los datos y la tecnología tuvieran un impacto real. Encontré en el marketing digital y la tecnología una oportunidad única para conectar datos con decisiones estratégicas. En aquellos años, el mundo de los datos era prácticamente un terreno inexplorado, y fue allí donde decidí centrar mi carrera. Empecé trabajando en agencias digitales y, posteriormente, lideré equipos de más de 100 personas en Accenture, enfocados en data y tecnología para mejorar la eficiencia de las empresas. Con el tiempo, me di cuenta de la importancia de apoyar a los jóvenes en sus primeros años de carrera, lo que me llevó a fundar «La Clave del Don». 

    Cuéntame un poco a acerca de La Clave del Don. 

    Nació de la necesidad que vi en el mundo laboral, especialmente en esos primeros diez años de carrera, donde muchos jóvenes se enfrentan a retos y toman decisiones sin tener los referentes adecuados. La idea es crear una comunidad donde las personas puedan encontrar apoyo y orientación para enfrentar esos desafíos, antes de que se conviertan en problemas serios de salud mental. No se trata de ser un sustituto de un psicólogo, sino de complementar ese apoyo con la experiencia de profesionales que han pasado por situaciones similares. Quiero que cada persona encuentre su propio «don», aquello que los hace únicos y que puede ser la clave para enfrentar los momentos difíciles. Porque, al final, todos somos diferentes y lo que funciona para uno, puede no ser lo adecuado para otro. La clave está en conocer nuestras fortalezas y aprovecharlas para tomar mejores decisiones en el entorno laboral. 

    Desde tu perspectiva, ¿cómo pueden las empresas preparar mejor a su fuerza laboral para adaptarse a un entorno cada vez más digital y basado en datos? 

    La clave para que las empresas se adapten al entorno digital es entender que, al final, todo se trata de personas. Aunque la tecnología nos proporciona herramientas increíbles, lo más importante es cómo esas herramientas se integran en la vida de los equipos de trabajo. Las empresas deben centrarse en la formación continua, no solo en lo técnico, sino también en las habilidades blandas que permitan a los colaboradores adaptarse a los cambios sin miedo. Hay que enseñarles a ver la tecnología como un aliado, y no como una amenaza. Por ejemplo, en mi experiencia, he visto que cuando se introduce una nueva herramienta tecnológica, los equipos suelen sentirse abrumados al principio, pero con la formación adecuada y un buen acompañamiento, el cambio se convierte en una oportunidad para mejorar. Además, es fundamental fomentar una cultura donde se valore la innovación y la curiosidad, incentivando a los colaboradores a explorar y aprender nuevas formas de hacer su trabajo. 

    ¿Cómo logras alinear la estrategia de negocio con las soluciones tecnológicas para asegurar el foco en la persona detrás del rol?  

    La alineación entre la tecnología y la estrategia de negocio siempre tiene que partir de un principio: las personas son el centro de todo. Para mí, es crucial entender que detrás de cada número, de cada dato, hay un ser humano. Cuando introduzco una nueva tecnología en una organización, me aseguro de que haya una estrategia clara de «knowledge transfer», es decir, que cada miembro del equipo comprenda cómo esa herramienta puede facilitar su trabajo y no complicarlo. Esto implica no solo formar a las personas, sino también cambiar la cultura organizativa para que todos estén alineados con los objetivos de la empresa. La tecnología es solo el vehículo, el verdadero motor son las personas que la utilizan y la integran en su día a día. Por eso, trato de mantener siempre un enfoque equilibrado entre las metas de negocio y las necesidades de las personas, asegurándome de que la implementación tecnológica mejore la vida de quienes forman parte del equipo. 

    ¿Quién es Luis? 

    Profesión: Consultor.  

    Cargo: Fundador.  

    Signo del zodíaco: Tauro  

    ¿Dónde vives?: Madrid.  

    ¿Tienes hijos?: Un niño de 3 meses. 

    ¿Mascotas?: Un samoyedo.  

    Comida favorita: Pollo con arroz. 

    Edad: 33. 

    Hobbies: Deporte, familia y emprender.  

    UN POCO DE ROCK:  

    ¿Un lugar donde te gustaría vivir para inspirarte a evolucionar? 

    Madrid.  

    ¿Cuál es esa pasión secreta que pocos conocen de ti? 

    Ayudar a los demás.  

    ¿Qué color te representa mejor como persona? 

    Negro.  

    ¿Cuál fue el primer dispositivo tecnológico que te impactó y cómo influyó en tu carrera? 

    El Ipod, me inhibía del entorno.  

    ¿Tienes algún ritual o hábito que mezcle lo analógico con lo digital? 

    Tengo una libreta de notas, pero en el Iphone, soy más tecnológico.  

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