Martín Palacio, uruguayo de nacimiento y residente en Santiago de Chile, ha construido una carrera sólida en el área de People and Culture.
Martín lleva 10 años formando parte de Arcos Dorados, donde cada día sigue cumpliendo el sueño del niño que alguna vez jugó en el Playland del McDonald’s de Avenida Roosevelt. Pero más allá de los ravioles caseros de su mamá y los partidos de fútbol que lo apasionan, es un convencido de que el futuro es digital, aunque cada vez más humano.
A lo largo de la charla, nos cuenta cómo ha integrado el trabajo en equipo en cada aspecto de su vida, desde su carrera profesional hasta su rol como padre de Pedro y Tomás. Con una visión optimista y realista, Tincho comparte cómo la tecnología, lejos de alejarnos, nos acerca más a lo que somos en esencia: seres humanos que buscan conectar. Nos invita a reflexionar sobre cómo el desarrollo personal y profesional se entrelazan en un camino que, aunque esté lleno de desafíos, siempre vale la pena recorrer.
Cuéntanos un poco de tu historia, ¿cómo tu vida personal ha influido en tu carrera desde tus inicios?
Hace 10 años que formo parte del equipo de Arcos Dorados y, al mismo tiempo, cumplí el sueño del niño que jugaba en el Playland de McDonald’s. Siempre sentí una conexión muy especial con la marca, que va más allá de mi rol en People and Culture, y comenzó mucho antes de unirme a la organización. Desde pequeño, a través del deporte, aprendí el valor de formar parte de un equipo, algo que me ha marcado profundamente. Esa sensación de pertenencia, de trabajar en conjunto para alcanzar metas, es algo que he llevado conmigo en cada etapa de mi vida, tanto en lo profesional como en lo personal. Con mi esposa, Vicky, siempre hablamos del «equipo» que hemos formado, al que se sumaron nuestros hijos, como si todo fuese un juego de fútbol. La idea de ser parte de algo más grande ha sido una constante, y encontré en Arcos Dorados y en mi carrera una conexión natural con esa filosofía. El desarrollo del talento y la creación de oportunidades para las personas me permite seguir siendo ese «jugador de equipo» que siempre fui, en un campo distinto, pero igual de apasionante.
En Arcos Dorados has estado a cargo de iniciativas clave como la plataforma de empleabilidad juvenil “McDonald’s Vio en Mí”. ¿Qué impacto has observado en los jóvenes que participan en este programa?
Creo que esta campaña ha sido muy poderosa porque conecta perfectamente con el propósito de Arcos Dorados: hacer de cada día una oportunidad para alimentar personas y construir sueños. Especialmente en esta última parte, siento que muchas personas nos identificamos, porque todos tenemos sueños, y encontrar un lugar donde puedas cumplirlos es extraordinario. Siempre he visto en Arcos Dorados un lugar lleno de oportunidades. Para mí, hay tantos McDonald’s como personas, porque puede ser un destino profesional en sí mismo o el trampolín para desarrollar habilidades que te acompañen en tu vida futura. La plataforma McDonald’s Vio en Mi es muy potente en ese sentido, ya que conecta a las personas con sus comienzos y les permite ver cómo han crecido personal y profesionalmente. En mi caso, cuando ingresé a la organización, vivía con mis padres; hoy estoy casado, formé mi hogar y tengo dos hijos. Para mí, ha sido mucho más que un trabajo. Hace un tiempo me preguntaron qué creía que McDonald’s vio en mí, y aunque no lo sé con certeza, estoy seguro de que vio a un joven con ganas de superarse, jugar en equipo y concretar proyectos. Creo que eso es lo que consideraron en mi caso.
Si pudieras regresar al inicio de tu carrera en Recursos Humanos, ¿qué consejo te darías a ti mismo?
El consejo que me daría a mí mismo es tratar de que, en mi día a día y en el de las personas que me rodean, siempre haya espacio para conectar con el disfrute. Que podamos disfrutar lo que hacemos, incluso cuando los momentos sean más complicados o difíciles, y no solo en los más agradables. Además, creo que la generosidad es clave: compartir con los demás, pedir ayuda cuando lo necesitemos y, al mismo tiempo, estar dispuestos a ofrecer nuestra opinión o perspectiva cuando alguien nos la pida. Ser generoso también implica compartir lo que sabemos y lo que hemos aprendido, ayudando a otros cuando lo necesitan. Es algo que puede marcar una gran diferencia en nuestras relaciones y en cómo nos sentimos en nuestras vidas.
¿Qué aspecto de tu personalidad te ha ayudado a navegar en un entorno tan dinámico?
Me considero una persona bastante flexible, y creo que esa capacidad de adaptarme a diferentes contextos y personas ha sido clave para mí a lo largo de los años. En cuanto a los equipos, esa adaptabilidad me ha permitido integrarme en distintos grupos y colaborar de manera efectiva. Además, siempre he tenido una curiosidad constante y un deseo de seguir aprendiendo, lo que me ha impulsado a buscar siempre la mejor versión de mí mismo. Esa ambición de no conformarme, de seguir creciendo y explorando nuevas oportunidades, ha sido un aspecto fundamental que me ha acompañado a lo largo de mi trayectoria. Creo que esa combinación de flexibilidad y aprendizaje continuo ha sido clave para enfrentar los desafíos y seguir avanzando.
¿Cómo describirías la relación entre el futuro de la humanidad y la evolución de los datos?
Una frase que suelo usar y que refleja mi manera de ver la vida es: «El futuro es digital, pero cada vez más humano.» Aunque se habla mucho sobre la inteligencia artificial y el impacto de la tecnología en nuestras vidas, siempre he creído que, lejos de deshumanizarnos, la tecnología ha potenciado lo más humano en nosotros. A lo largo de los años, he visto cómo la tecnología ha sido una herramienta clave para impulsar aspectos como las emociones, las relaciones interpersonales y la conexión entre las personas. No creo que la tecnología y lo humano sean opuestos, sino que se complementan. Un ejemplo claro es este momento: tú en Colombia, yo en Chile, y estamos conversando abiertamente sobre distintos temas gracias a la tecnología. Hace unos años, esto hubiera sido una llamada, un email o incluso un fax, pero hoy, la tecnología nos permite mirarnos a los ojos y compartir pese a la distancia. Así que, si tuviera que resumirlo en una sola idea, diría que «el futuro es digital, pero cada vez más humano,» porque lo que realmente hace la tecnología es darnos más espacio para conectar en un nivel más profundo.
¿Quién es Martín?
Apodo: Tincho.
Profesión: Licenciado en Psicología.
Cargo: People and Culture Manager.
Signo del zodíaco: Acuario.
¿Dónde vives?: Santiago de chile.
¿Tienes hijos?: Pedro, de 3 años, y Tomás, de 7 meses.
¿Mascotas?: Simba, un perro salchicha.
Comida favorita: Ravioles de mi mamá.
Edad: 37.
Hobbies: Apasionado por el fútbol.
UN POCO DE ROCK:
¿Un lugar donde te gustaría vivir para inspirarte a evolucionar?
Punta del Este.
¿Cuál es una pasión secreta que pocos conocen de ti?
Apasionado por la historia de los mundiales de fútbol.
Si tu vida fuera una playlist, ¿qué canción no podría faltar?
Algún tema de No te va a gustar.
¿Qué color te representa mejor como persona?
Verde.
¿Cuál fue el primer dispositivo tecnológico que te impactó y cómo influyó en tu carrera?
Un teléfono celular.