Mayra González es la directora global de ventas de una de las empresas líderes en el mundo de la industria automotriz. Desde su labor ha logrado mostrarse como una mujer valiente y competitiva, que ha sabido romper paradigmas dentro de la industria a nivel global.
Mayra González es mexicana, actualmente reside en Japón y se ha destacado por ser la pionera global de la industria automotriz. A pesar de que su pasión inicial no eran los autos, sino el área de la salud, los caminos de la vida la llevaron a apasionarse por esta industria. “Descubrí que tengo gasolina en las venas porque me gustó el ambiente, me gustó vender autos y nunca me sentí extraña por ser la única mujer, que por muchos años lo fui en todos los equipos que hice parte. Así fue como llegué a la industria automotriz, la misma que me trajo hoy a Japón”, cuenta Mayra orgullosa, con una sonrisa en su rostro al hablar de los inicios de su carrera profesional.
¿Podrías hablarnos un poco sobre tu historia, tu infancia, adolescencia y cómo te influenció en tu carrera profesional?
Tuve una vida muy “anormalmente normal” como suelo decir, porque fue muy tranquila, muy feliz, una familia tradicional, pero lo que siempre he destacado es que me enseñaron que podía llegar a ser todo lo que yo quisiera, y aspirar a que podía llegar a alcanzarlo. Nunca hubo una conversación en mi familia de que las mujeres pueden hacer una cosa y los hombres deben hacer otra. A mí me criaron desde el concepto de “lo que vayas a hacer, hazlo, pero tienes que ser la mejor”, y así crecí, con esa creencia. Además, siempre he sido muy competitiva, es parte de mi personalidad y considero que mi mayor competencia soy yo misma… más que compararme con los demás vivo comparando constantemente mi propio crecimiento.
¿Hubo algo en tu infancia que influyera en tu interés por los autos?
A mi papá le gustan los autos y compraba revistas de autos, hace 40 o 50 años, y a mí me gustaba verlas… Sin embargo, no era algo que me apasionaba. La verdad yo nunca estuve interesada en la industria automotriz, yo quería ser representante médico, ese era mi sueño en realidad. Yo quería ir a los hospitales, hablar con los médicos, hablar de medicamentos y tratamientos.
Y entonces, ¿cómo nace ese interés por la industria automotriz?
Cuando tenía 19 años yo quería comprarme un auto, se lo dije a mi papá para que me ayudara a comprarlo, y él me dijo: “Muy bien, pero tú tienes que trabajar y yo te ayudo”. En ese entonces no sabía cómo, era muy chica y me preguntaba, ¿quién me iban a dar trabajo? Así que, un día vi el periódico y encontré un trabajo de “asesor profesional en ventas”, me presenté y era una agencia de autos: allí me dieron un trabajo de vendedora y descubrí mi pasión.
Mencionas que siempre fuiste la única mujer… ¿Cuáles crees que son las habilidades esenciales que se necesitan para trabajar en una industria predominantemente masculina?
Yo creo que lo principal es ser buena y destacarte en lo que haces, al final esto no es un club y lo importante es dar resultados. Si eres buena en tu trabajo, vas a tener muchísimas más oportunidades. Lo segundo, que te la creas, porque si tú crees que lo puedes hacer y te presentas como tal, así te vas a proyectar; la realidad es que muchas mujeres se sienten como una minoría y a lo mejor que no son escuchadas, pero en realidad somos diferentes y no tenemos que ser cómo los hombres para poder encajar.
Yo todavía creo que las mujeres podemos seguir siendo todo lo que somos y, aun así, aportar valor y contribuir en las organizaciones, ese es nuestro valor, ser diferentes y yo lo noté porque nunca fue algo que me incomodara o me hiciera sentir menos, ni me preocupaba ser la única mujer en una junta llena de hombres. Para mí también se trataba de una ventaja, mi ventaja competitiva era ser mujer, porque nadie más podía ser esa única mujer, Mayra González, y todo el mundo sabía quién era yo y aún más si me destacaba por mis resultados.
¿Cómo ha sido tu trayectoria profesional hasta convertirte en la primera mujer mexicana en ser nombrada directora Global de Ventas en una empresa multinacional reconocida?
Tengo una experiencia de 22 años. Empecé trabajando en ventas, en México, como te mencionaba, visitando a los distribuidores y en la parte financiera. Después estuve a cargo de toda la parte de ventas a nivel nacional, primero de una parte de la zona de México y después de todo el país. De ahí me moví a la red de distribución, y después fui a los Estados Unidos, donde estuve dos años también para otro proyecto de red de distribución. Posteriormente, regresé a México para ser la responsable de Latinoamérica.
Después fui nombrada directora general en México, la primera mujer, la más joven, y además mexicana… porque siempre había sido llevada por extranjeros. Tristemente, esa era la nota, que yo era mujer, no que era mexicana o que había tenido buenos resultados. Yo pienso que cuando todo el mundo deje de enmarcar ese titular, y que la diversidad o el género deje de ser noticia, ahí habremos avanzado cómo sociedad. Sin embargo, estuve ahí tres años y después me vine para Japón, en el 2019, hace casi 4 años cómo directora general de ventas.
Eres una mujer persistente y enfocada, ¿cuál consideras que ha sido el momento más desafiante en tu carrera hasta ahora?
Creo que he tenido muchísimos, pero uno de ellos fue mudarme a este país. No es lo mismo mudarte a Estados Unidos, que es el país vecino y estás acostumbrada, a mudarte a 11 mil km de todo lo que conoces. Cuando dejas familia, amigos, tu casa, tu comida, cuando dejas absolutamente todo lo que conoces y llegas a un país donde no sabes si tu familia se va a adaptar, cuando no sabes cómo pedir un vaso de agua o cómo es la cultura empresarial… dejarlo todo y venir, lanzarte… creo que por eso me defino como una persona valiente. No es para todos, y no es solo llegar aquí, luego es adaptarte y tratar de encajar, dar resultados, y que tu familia esté bien, que tu estes bien, son muchas cosas que tienes que manejar y balancear. Por eso yo admiro a toda la gente que se atreve, y que ha tenido la oportunidad de salir de sus países, estar solos y tener esos retos.
¿Y el momento más emocionante?
Yo creo que el más desafiante y el más emocionante es el mismo. ¿Sabes que la reacción química en tu cuerpo es exactamente la misma cuando sientes emoción y tensión? Es simplemente el significado que tu cerebro le da, pero está químicamente comprobado que lo que pasa en tu cuerpo es exactamente lo mismo, las mismas sustancias, reacciones y conexiones, pero la única diferencia es cómo lo interpreta tu cerebro; si es emocionante o desafiante.
¿Has visto algún cambio en la industria automotriz en cuanto a la inclusión de más mujeres y minorías en la fuerza laboral en los últimos años?
Si, lo he visto y la verdad me siento muy satisfecha y orgullosa al respecto. Por ejemplo, en México después de mi nombramiento vinieron muchas más mujeres de muchas otras marcas. Antes de mí no había una sola, entonces hubo esa apertura y cómo yo trabajaba en la empresa líder, pues claramente muchas más empresas pequeñas lo empezaron a hacer y siguen viniendo. En las fuerzas laborales también lo veo, lo más curioso es que el 80% de la decisión de compra de un vehículo lo hace la mujer directa o indirectamente.
¿Qué piensas sobre la relación entre la diversidad e inclusión en el lugar de trabajo y la innovación empresarial?
Van sumamente ligadas, yo creo que está demostrado que los equipos cuanto más diversos, en género, cultura, generación, religión, preferencias sexuales, backgrounds, etc. generan ese intercambio e innovación, cuando tienes esa diversidad, vienen diferentes puntos de vista con diferentes experiencias y creas innovación a través del intercambio de ideas y diferentes perspectivas que generen nuevas soluciones a las problemáticas actuales.
¿Qué opinas sobre el papel de las organizaciones de la industria automotriz en la lucha contra el cambio climático y otros problemas ambientales?
Yo creo que la industria automotriz ha tomado una posición muy clara hacia donde quiere ir en el futuro y uno de esos pilares es la electrificación, se ve en las diferentes marcas y cómo ellos tienen claros sus planes para alcanzar sus metas de la electrificación o de reducción de CO2. Lo que tú veías en los programas del “futuro” como los supersónicos, va a pasar y ya está pasando, es inevitable porque las nuevas generaciones van para allá. Productos con menos emisiones, utilizar menos agua, ser mucho más eficiente y conectado con el ecosistema. ¡Yo creo que todas las empresas automotrices deben tener cierto compromiso, es urgente!