La Coordinadora de Contenidos en la ONG Diagonal Asociación Civil, Mili Abud, visibiliza una forma de discriminación de la que poco se habla dentro de las organizaciones y nos cuenta cómo trabajan para cumplir este propósito enfocado a las personas mayores de 45 años.
Milagros Abud o Mili, como la llaman sus seres queridos, nació en Argentina. Con apenas 40 años y la sensibilidad que la caracteriza, ha logrado una labor impresionante junto a un gran equipo desde Diagonal Asociación Civil con un hermoso propósito: erradicar la discriminación por la edad a personas mayores de 45 años. Se define como alguien sensible, motivada por ayudar a las personas a través de su labor profesional como psicóloga. “La psicología es una herramienta muy importante para cumplir mi propósito de servicio hacia las personas, poder acompañarlas desde la empatía y la sensibilidad. Además, te ayuda a reinventarte y es integradora con el arte, esto tiene un canal importante para ayudar a los demás”, manifiesta Mili, quien logró una sinergia interesante con su profunda pasión por el arte, especialmente la música y el dibujo, y así se ha convertido en una referente de liderazgo femenino.
Queremos conocerte más a fondo, tu parte más humana ¿Quién es Mili y cuál es su historia?
Me considero una persona sensible, creativa y valoro mucho los afectos y los amigos. Me define el altruismo y el trabajo en comunidad. Siempre he buscado el sentido de las cosas tratando de pensar fuera de la caja. Fui al colegio donde conocí a mis amigas de toda la vida y el colegio fue un semillero de todo lo que me sigue acompañando y donde me conecté con todo lo referente al arte e hice mucho trabajo social desde los quince años. Yo tenía una maestra que decía: “la transformación viene desde el metro cuadrado donde estás”. Eso para mí fue una enseñanza espectacular.
Mis padres tienen una gran historia de superación personal y son la inspiración de lo que hoy en día hago con Diagonal. Sobre todo, mi madre, la echaron del colegio de monjas y tuvo que elegir entre estudiar o trabajar. Trabajó desde muy chica y cuando me tuvo a mí dejó de hacerlo para criarme a mí y a mi hermana. Cuando cumplió sus 45 años decidió terminar el colegio, y entonces eso fue un gran aprendizaje de que no hay edad y nunca es tarde.
– Acuérdate de Mili hace unos años, en sus inicios, todo lo que tuvo que sortear, lo que aprendió… ¿Qué consejo te darías si pudieras hablarte a ti misma en esos tiempos?
Me diría: “No corras tanto, date tiempo a ti y a los procesos, a profundizar en las cosas que tienen sentido para ti”. Creemos que existe un tiempo y una edad para llevar a cabo las cosas, esos sesgos son los que nos llevan a correr.
Desde tu profesión, ¿cómo describirías el liderazgo femenino y su contribución a la sociedad?
Apuntaría más a un liderazgo, mirando al otro más allá de una variable de género y de edad. Más que un liderazgo femenino, considero que no lo deberíamos ni nombrar porque justamente las mujeres somos apartadas por el género. El aporte tiene que ver más con dar una perspectiva más amplia y una variable que vaya mucho más allá de los sesgos de edad y género. El “liderazgo femenino” viene a aportar cosas que nutran a ambas partes, tanto varones como mujeres, y dar oportunidades para todos porque el talento no debería tener ninguna limitación.
¿Cómo surgió Diagonal y cómo detectaron el conflicto para la gente mayor de 45 años? #StopEdadismo
Diagonal surge en 2001 y fuimos los pioneros en abordar el tema del edadismo en Argentina creando el programa de reinserción laboral para personas de más 45 años. Entendimos que en ese segmento veíamos muchos filtros que se ponían en torno a la edad en las búsquedas de empleo. Ahí surgió la necesidad de decir: tenemos que acompañar esta población para que se actualice, para que gane recursos entorno a su empleabilidad, pero también tenemos que salir de cara al mercado y a las organizaciones para que empiecen a abrir la cabeza.
¿Cómo trabajan hoy respecto a esa problemática y cuáles fueron los resultados? ¿Algún caso que recuerdes y quieras compartir?
La sustentabilidad va de cara a las empresas a través de vinculación laboral con los talentos de Diagonal. Tenemos muchos programas y muchos servicios en donde acompañamos a las personas y a las empresas en esta concientización y en esto de reformular la gestión estratégica de la diversidad multigeneracional. Por ejemplo, acompañamos muchas empresas de tecnología en las que nos dicen “a nosotros nos está faltando talento y estamos buscando gente que tenga experiencia, lo que necesitamos es formarlas un poquito más en tecnología,” y ahí se incorporaron un montón de personas de más de 45 que venían desde Diagonal y quedaron en las empresas.
¿Cómo las mujeres líderes pueden promover el activismo y la inclusión de la mujer en la sociedad?
Poniendo foco en los colectivos marginados, como nosotros con la edad. Apostar a los equipos multigeneracionales y a organizaciones cómo Diagonal para que esta inclusión se desarrolle.
¿Cuáles son las diferencias, lo que pueden aportar las personas mayores de 45 años, y que hoy quizás no son tenidas en cuenta?
No me gusta generalizar y no creo que los +45 sean todos iguales, sin embargo, yo creo que pueden aportar mucho valor desde la trayectoria que traen, desde sus ganas de aprender, sus ganas de reinventarse. Lo necesario es darles la oportunidad y la potencia que tiene un equipo multigeneracional.
¿Cuáles crees que son los principales desafíos para la educación en el mundo actual?
No categorizar a las personas y desarrollar una mira integral sobre el otro, sin generar etiquetas.
¿Qué iniciativas de diversidad e inclusión podemos esperar desde Diagonal Asociación Civil para este 2023?
Las iniciativas tienen que ver con acompañar a la gestión de la diversidad multigeneracional en las empresas y del talento. Todo lo que tenga que ver con vinculación laboral, con programas de empleabilidad, con talleres en empresas donde los acompañamos a mirar la estrategia de esto y la gestión de la diversidad. Además, estamos aplicando programas de reinversión laboral y de retiro.