Mónica Meltis, directora ejecutiva de Data Cívica, ha demostrado que la combinación de pasión y conocimiento puede generar un impacto transformador.
Su camino desde las aulas hasta los movimientos sociales la ha convertido en un referente, y detrás de su trayectoria única se encuentran las motivaciones que la impulsaron a utilizar la ciencia y la tecnología como herramientas para el cambio social. Moni no solo analiza los problemas, sino que trabaja incansablemente para encontrar soluciones. Comparte su visión sobre los desafíos que enfrenta México y la región, destacando la importancia de la ciencia y la tecnología como herramientas para el cambio, siempre vinculadas a las necesidades reales de los movimientos sociales. Además, nos invita a reflexionar sobre lo que significa ser un Agente de Cambio, subrayando la importancia de los vínculos y la colaboración colectiva en la construcción de un futuro más equitativo y justo.
Mónica, como invitada de Rocking Talent de seguro tienes una trayectoria única. ¿Cuál es tu historia?
No diría que tengo una trayectoria o historia única. Estudié en una universidad en la que me permitió adentrarme a la estadística y las metodologías de investigación que me fascinaron y me generaron mucho interés al ver cómo éstas pueden ser aplicadas para temas sociales. Tuve la fortuna de tener una familia que siempre apoyó mi proceso y esto me permitió explorar con libertad mis intereses. Después de estudiar las licenciaturas en Ciencia Política y Relaciones Internacionales, he podido dedicarme a explorar la intersección entre la Ciencia Política, la tecnología y la estadística, así como los Derechos Humanos. Esto me ha permitido aprender de muchas personas, trabajar de cerca con movimientos sociales e incorporar distintas perspectivas a mi trabajo.
¿Cómo surgió tu interés en la utilización de la ciencia y la tecnología para contrarrestar narrativas dañinas en la defensa de los derechos humanos?
Me interesé por el tema de derechos humanos surgió a partir de la crisis en materia de seguridad que hemos vivido en México desde hace varios años y al mismo tiempo me pareció fascinante aprender los usos de la estadística y la tecnología en la licenciatura. En ese sentido, esa combinación me ha llevado a buscar cómo podemos usar herramientas estadísticas para mi interés de entender más sobre las violencias que vivimos y, por lo tanto, en cómo podemos transformarla. Llevo 8 años trabajando en Data Cívica, y a partir de ese interés e intentando crear puentes entre comunidades científicas y los movimientos sociales para aportar a la transformación social. Previo a eso dediqué mi tiempo a aprender trabajando como asistente de investigación en temas de seguridad. Ahora estudio salud pública con una concentración en bioestadística y sistemas de información para la salud, pues creo que el abordar las violencias y desigualdades desde la salud es un camino importante para nuestro país y la región.
Como activista feminista, ¿cómo integras la perspectiva de género en tu trabajo en Data Cívica y en la lucha contra las violaciones a los derechos humanos?
Creo que la perspectiva de género se trata de reconocer que existen estructuras que impactan de forma diferenciada a las personas. En ese sentido, el trabajo de Data Cívica está atravesado por la perspectiva de género pues incorpora el análisis de estas estructuras para entender cómo afectan la vida de las personas y cómo generan procesos violentos para unos grupos más que para otros.
¿Cuáles crees que son los mayores desafíos que enfrenta actualmente México en términos de derechos humanos, y cómo puede la ciencia y la tecnología contribuir a superar estos desafíos?
Estamos frente a una crisis democrática en el mundo. La promesa democrática no ha logrado mejorar la desigualdad ni las condiciones de vida del grueso de las personas. Esto permea en las formas estructurales de la violencia y cómo estas afectan de forma desproporcionada a las personas más vulneradas por el sistema político y económico. Frente a esto, además, las respuestas desde el estado son punitivistas, militaristas y de aumento de vigilancia y control lo que, nuevamente, termina por generar peores condiciones de vida para muchas personas en México y la región, y genera un impacto importante en cuanto a las violaciones de derechos humanos y violencias. En este contexto, la tecnología y la ciencia pueden ser herramientas útiles, pero no por sí solas. Desde mi perspectiva, estas herramientas sirven cuando se vinculan con las necesidades reales de los movimientos y de las personas para hacer frente al sistema de violencias estructurales, pues ayudan a entender y pueden facilitar la toma decisiones a partir de evidencia.
¿Qué significa para ti ser Agente de Cambio?
Creo que todos podemos ser agentes de cambio, pero más que en lo individual, se trata de construir vínculos y relaciones significativas en nuestro entorno. La interdependencia es fundamental, ya que nadie sobrevive solo; necesitamos cuidar y ser cuidados. La acción colectiva es clave, ya que nuestras ideas se forman en conversaciones y se construyen sobre el trabajo de otros. Ser un agente de cambio implica comprender las estructuras sociales y encontrar formas colectivas de abordar los problemas.
¿Quién es Mónica?
Nombre: Mónica Meltis Véjar.
Apodo: Moni.
Profesión: Politóloga.
Cargo y empresa: Directora Ejecutiva, Data Cívica (Organización de la Sociedad Civil).
Nacionalidad: mexicana.
Edad: 33 años.
Hijos: no.
Mascota: ninguna.
Comida preferida: Mole de olla.
Deporte favorito: Beisbol.
Hobbies: Caminar, leer y dormir.
Prenda de ropa preferida: Pants.
Una palabra para definirte: Curiosa.
Cantante o banda de música: Cualquier cosa que me ponga a bailar.
¿A quién admiras?: A mis amigues.
¿Qué significa para ti ser Ashoka Fellow?: Aprender en comunidad