Silvana Cárdenas se define como una mujer apasionada. Si bien comenzó su carrera profesional siendo abogada, fue cambiando hasta encontrar su verdadera pasión: “Ayudar a las personas”. Hoy, con 47 años, es directora de Right Management en Latinoamérica de Manpower Group y destaca que en la vida laboral hay que “disfrutar cada paso y cada pausa. Esto no es una carrera, sino una maratón”.
Queremos conocer un poco más de ti, cuéntanos tu historia.
Una historia de profundos altibajos en la vida, con mucho de todo: abundancia, escasez, euforias, alegrías, tristezas, pero la constante en todos los momentos ha sido el soporte familiar y la buena compañía. Siempre me he rodeado de gente buena en todo sentido.
Aparte de tu exitosa carrera en el campo de la empleabilidad, ¿qué te motivó a dedicarte a este ámbito en particular?
Me emociona, me brillan los ojos cuando veo que la gente logra aquello con lo que sueña y para ello hay que prepararse. Me gusta acompañar el proceso y me gusta evidenciar los resultados.
¿Hay alguna historia personal detrás de tu pasión por ayudar a las personas a encontrar su camino profesional?
Yo diría que la pasión es por acompañar a alinear el propósito personal con el profesional. Lo de ayudar a las personas, creo que proviene de una cultura familiar muy arraigada. Lo de los logros profesionales proviene por mi foco en los resultados y porque el mercado me acomodó por ahí.
Como alguien que ha trabajado con jóvenes talentosos, ¿cuál ha sido la experiencia más gratificante que has tenido al ver a un joven alcanzar su potencial y lograr el éxito en su carrera?
Verás, he trabajado mucho con jóvenes y es realmente apasionante. En esta etapa de inicio de sus carreras y toma de decisiones, es muy fácil que se dejen influenciar por distintos distractores que ofrece el mercado, como el estatus y los altos salarios. Por eso, me gusta centrarlos y ayudarlos a mantener el enfoque. Sin embargo, debo decirte que no tengo una experiencia exitosa específica, ya que los jóvenes que he acompañado todavía están en proceso de formación y en búsqueda. Pero cuando he tenido la oportunidad de acompañar a ejecutivos en desarrollo, generalmente entre los 28 y 30 años, los veo bien formados y eso me complace mucho. Además, han logrado encontrar un equilibrio en sus vidas. Los veo profesionales y, al mismo tiempo, felices, lo cual me llena de satisfacción y orgullo. Los veo en su elemento, haciendo las cosas bien. Eso me produce una gran satisfacción. En cuanto a los jóvenes, creo que tendré que esperar un poco más para poder decir: ‘Miren, los vi cuando eran jóvenes, ni siquiera sabían qué estudiar, y ahora están destacando en este campo’. Todavía no puedo compartir esa experiencia, pero seguramente lo podré hacer en unos años.
En tu rol como líder, seguramente has tenido que tomar decisiones difíciles. ¿Podrías contarnos sobre alguna situación en la que hayas tenido que tomar una decisión arriesgada pero que al final resultó ser la correcta?
Una de las decisiones más difíciles que los ejecutivos o las personas que lideramos un equipo debemos tomar es la de desvincular a alguien. Desvincular a un miembro de tu propio equipo es una decisión dura y difícil. Al final, si fue exitosa o no, eso lo diría la persona que fue desvinculada. Pero es importante reconocer que muchas veces nos equivocamos al asignar roles a las personas, y podemos poner a alguien en un puesto donde no lo haga muy bien, pero podría tener éxito en otro rol. También es responsabilidad nuestra asumir ese error y decir «me equivoqué, no lo coloqué en el rol correcto». Tal vez sea el momento para que esa persona explore otra industria, otro sector, otra posición, otro perfil. Creo que es una decisión extremadamente difícil que se comprende con el paso del tiempo.
¿Qué consejo te darías a ti misma cuando eras más joven y apenas comenzabas tu carrera profesional?
Me veo a mí misma de joven, con todas las inseguridades. Me dirigiría a mí misma diciendo: ‘Mira, Silvana, sin miedo y con mucha pasión. Recuerda que esto no es una carrera, sino una maratón. Dosifica tu energía, disfruta cada paso y también disfruta cada pausa’. Eso es lo que me diría para calmar mi ansiedad y la energía que tenía cuando era joven.
¿Cuál es tu visión personal de un mundo laboral ideal para los jóvenes que inician su carrera?
Un mundo laboral ideal para los jóvenes es un espacio de oportunidades y de desarrollo donde los jóvenes puedan convivir con la experiencia de profesionales Silver, y tengan la apertura para escuchar y también las oportunidades para crear. Creo en ese balance. Esa combinación de dar libertad al joven para que construya, innove y, al mismo tiempo, aprenda de profesionales con más experiencia sería extremadamente enriquecedora. Sería un ambiente de trabajo en el que todos nos beneficiaríamos. Los profesionales con experiencia nos nutriríamos de la energía de los jóvenes, y a su vez, los jóvenes se llevarían consigo la experiencia y los conocimientos adquiridos de los adultos con más trayectoria. La organización también se beneficiaría de esta interacción. En resumen, todos ganaríamos. Sin embargo, es necesario trabajar en la apertura por parte de los jóvenes y en la tolerancia por parte de los adultos hacia ellos. También es importante valorar las fortalezas que poseen los jóvenes millennials. Son verdaderos talentos.
¿Cuál crees que es el desafío principal al que los jóvenes se enfrentan en el mercado laboral?
Creo que el desafío principal al que nos enfrentamos como jóvenes en el mercado laboral es encontrar un equilibrio entre la urgencia por avanzar rápidamente y la necesidad de tomar decisiones conscientes y bien fundamentadas. A menudo nos sentimos presionados por correr sin detenernos a reflexionar sobre nuestras metas y el camino que queremos seguir. Es importante que nos tomemos el tiempo necesario para diseñar nuestro propio camino hacia el éxito.
¿Cómo fue tu primer empleo y cómo lo recuerdas?
Fui mesera en un restaurante ubicado en un centro empresarial, era estudiante y atendía a muchos ejecutivos en el after office. Humildad, vocación de servicio, cliente feliz, gerente feliz y sobre todas las cosas, trabajo en equipo nivel Dios. Ese fue mi primer empleo.
¿Quién es Silvana?
Nombre completo: Silvana Cárdenas Yeogusuku
Cargo: directora de Right Management para Latinoamérica.
Empresa: ManpowerGroup
Profesión: abogada
Nacionalidad: peruana
Vives en: Lima, Perú
Edad: 47
¿Hijos?: 3
Mascota: un pointer inglés
Comida preferida: Entre el ceviche y el sushi, haciendo gala a mis orígenes (mitad japonesa, mitad peruana)
Deporte favorito: fútbol
Hobbies: gardening y catas literarias.
Prenda de ropa preferida: pijamas
Tu lugar de ensueño: El valle Sagrado de los Incas.
UN POCO DE ROCK:
Una palabra para definirte hoy: Apasionada.
Una palabra para definir a Silvana en su juventud: Energía.
Cantante o banda preferida: Miguel Bosé en todas sus versiones
Tu momento más importante del día: El desayuno.
Tu cable a tierra es… la oración.
¿Qué granito de arena aportas para un mundo mejor? Vivo en gratitud, contagio alegría, celebro todo y evito la queja (sigo trabajando en ello).
¿A quién admiras? Admiro lo que conozco, a mi papá.
Una frase que te identifique: suena cliché, pero Carpe Diem me acompaña desde la juventud.
Lo que más valoras de las personas: la coherencia.
¿Día o noche? Día.
¿Ducha fría o caliente? Caliente.