Silvia Tenazinha, directora general en Salesforce Argentina, nos dejó conceptos impresionantes en esta entrevista con Rocking Talent: Personas-procesos-tecnología como proceso de transformación, suelo pegajoso, escalones rotos, trabajos y empleos líquidos, el ¡wow! de la experiencia al cliente, equidad, ser protagonista y cómo utilizar la IA de manera personalizada.
Saber liderar, tener buen manejo de comunicación, asumir las responsabilidades de sus propias acciones y las de sus compañeros, ser empático, resiliente, ser ejemplo en el accionar, ganarse la confianza del resto, pensar estratégicamente y mantener siempre la humildad. Combinación de virtudes que podrían describir a Messi, a Rocío Sánchez Mocchia (Las Leonas), a Facu Conte (vóleibol) pero también a Silvia Tenazinha, la gran capitana que tiene Salesforce en Argentina desde este año.
“Me gusta mucho más ser capitana que coach. El entrenador está afuera de la cancha, con el pizarrón, dando indicaciones… Y el capitán está corriendo, empujando como cualquiera, tiene más responsabilidad, recibe más insultos y, a veces, tiene que dar un paso al costado, dejar la banda porque te dejaron el tobillo destrozado y salir llorando, como Messi en la Copa América, pero tu corazón está adentro”, confiesa totalmente convencida e involucrada esta hincha de Independiente, pero esposa y madre de hinchas de Racing.
Queremos conocer un poco de tu historia, ya entendiendo que fuiste bastante disruptiva estudiando Licenciatura en Informática en 1987… ¿Eras un caso raro en esa época, como fue?
Me gusta mucho la filosofía, leer, pero en 5to año un amigo de mi papá estaba instalando un data center y me invitó a hacer una pasantía. Fue una revelación, entré y dije: “Chan, acá voy a poder almacenar todos los libros que quiera”. En esa pasantía me di cuenta de que eso sería una revolución, que por ahí sería el cambio en el mundo y yo quería estar en el medio. Volví a casa y le dije a mis papás que quería estudiar informática. ¡Imaginate! Mis papás eran muy tradicionales, él portugués, ella argentina ama de casa, familia clase media humilde. “Eso es un capricho, no es carrera para una mujer, no te vas a poder casar ni tener hijos, no es para vos”, me dijo mi papá. Pero mi apellido es Tenazinha, que quiere decir tenaz. Me mojó la oreja y ahí fui. Esta carrera no existía en una universidad pública, así que conseguí un trabajo full time para pagarme la facultad, y estudié durante la noche hasta que me recibí, con medalla de oro.
Si cerrás los ojos, ¿cómo describirás en pocas palabras la evolución de los 90 al 2024 en tecnología? Digo, sos de la generación que atravesó la época del sin celular ni internet a la IA…
Para graficarlo: antes llamábamos por teléfono a una casa donde vivía una familia, hoy llamás a una persona. Si a eso le sumás la IA, los cambios son increíbles. El chat GPT para tener 100 millones de usuarios tardó menos de una semana, ¿cuánto había tardado Facebook? 54 meses. La velocidad en la que vivimos es infernal.
Lo primero que dice en tu perfil de Linkedin es: “Mi pasión es impulsar la transformación digital de compañías”. ¿Lo fuiste logrando en tu recorrido, en grandes empresas que estuviste como Santander, Al Mundo y Oracle?
Siempre me dediqué a eso, trabajo en lo que amo. Pasé por varias compañías en las que trabajaba como un proveedor, pero hubo ocasiones en las que tuve que hacer la transformación desde adentro. Un proceso de transformación implica a las personas, los procesos y la tecnología, en ese orden. Si tenés una Ferrari, pero ponés a un monito al volante y lo llevás a la calle, se estrella en la esquina. Pero si ponés una Ferrari, conducida por Schumacher en el circuito de Mónaco, podés sacar el mayor potencial. Transformar no es cambiar la tecnología, eso es digitalizar. Transformar es cambiar procesos con un robot en el medio y es un cambio cultural.
¿Cómo fue tu llegada a Salesforce y cuáles son los desafíos principales que encontraste?
Yo amo a la Argentina, tengo 3 hijos, amo transformar. Salesforce es un lugar espectacular y creo que estamos en el país para ayudar a que las empresas se transformen. Esta fue la misión que me llevó a Salesforce, ayudar a las empresas a transformarse y contribuir al desarrollo del país. Esto es lo que me entusiasma y lo que me desafió a tomar este rol, poder aportar desde mi lugar y con mi experiencia.
Pero también siento que mi desafío es doble: profesional y personal, que mis hijos vean que en este país se pueden desarrollar y quieran quedarse.
Alguna vez te escuché hablar del “suelo pegajoso” en lugar del techo de cristal. ¿Nos querés ampliar ese concepto?
Vuelvo al concepto de ser protagonistas. Uno siempre tiene excusas sobre por qué las cosas no pueden pasar (“a mí no me pasa, no me llega, no me eligen, no me toca”) y en realidad debe ser yo quiero, yo voy, yo hago, yo empujo… Y si bien no siempre las cosas salen como uno quiere, uno tiene que arrancar, salir del suelo pegajoso. Encima nosotras, las mujeres, tenemos el tema de la culpa por no poder cumplir con todo a la perfección, y al no sentirnos perfectas pensamos que no lo merecemos. Un hombre, en general, no tiene esos planteos. La mujer si no tiene 12 de 10 requisitos, no se anima, piensa que no es merecedora. El hombre va con 3 de los 10 que piden.
Es una pena porque hoy en el 63% de los hogares de Argentina, el jefe de familia es una mujer. ¿Cómo puede ser que los puestos de decisión no se den en la misma proporción? Otro dato, las mujeres en Argentina se reciben, en promedio, un año antes que los hombres y con mejores notas. Pero después vas a las empresas y solo 1 de cada 10 llega a puestos de dirección y menos del 30% a posiciones de C-level.
Hay mucho conocimiento que se pierde en los escalones rotos. ¿Qué es escalones rotos? Cuando, de alguna forma, tenés que interrumpir tu carrera porque querés tener hijos o cuando te proponen en posiciones que no son full time sino full life. Creo que hay soluciones, que las organizaciones tienen un gran desafío que es no perderse todo ese talento y posibilitar esquemas más flexibles, equitativos: licencias para ambos padres para repartir las tareas, trabajar por objetivos y no por horarios.
Yo creo y me ocupa el modelo de “trabajos y empleos líquidos”. Va a estar buenísimo poder trabajar por proyecto y no en relación de dependencia. Las nuevas generaciones no quieren tener cosas, quieren usar cosas. Hay todo un cambio social, cultural, de hábitos y de consumo que está mucho más adelantado que los trabajos tradicionales en las organizaciones.
Llegaste a Salesforce en este 2024, ¿cómo ha influido tu liderazgo en la estrategia de crecimiento de Salesforce?
Mi estilo de liderazgo es en base al ejemplo, no pedirle a otro lo que yo no estoy dispuesta a hacer. De dejarlo todo en la cancha, de entrenar porque el partido se gana en los entrenamientos. El día del partido es el momento, pero para poder ganarlo hay que entrenar antes. Me gusta armar equipos de alta performance, que tengan mucha confianza, que lo dejen todo, porque si das todo luego no hay reproches. Y equipos diversos, de género, cultura, edad, de estructura social, de conocimiento, que me incomoden.
¿Qué estrategias utilizan para asegurar el éxito continuo y la satisfacción de sus clientes?
Yo creo mucho en las cosas que te sorprenden. Sorprenderte con un servicio increíble da mucho valor. Nosotros tenemos el mejor producto del mercado, pero la experiencia que rodea a ese producto es lo que nos hace distintos. Los detalles, los gestos, me gustaría que el mercado nos reconozca por eso, porque somos distintos, porque te cuidamos, porque te queremos.
¿Cómo haces vos y, a su vez tu equipo, para estar siempre en movimiento, aprendiendo, en algo que evoluciona constantemente?
Salesforce es increíble a nivel de capacitación, entrenamiento y actualización. Está buenísimo porque es mandatorio, empieza cada Q y ya tengo los cursos que tengo que hacer. Está muy bueno e implica mucha disciplina, pero si querés ser el primero, tenés que entrenar, exige un esfuerzo adicional.
¿Cuáles son las innovaciones más recientes de Salesforce que tendrán mayor impacto?
Estamos trabajando mucho en IA. Una empresa, si la pensás como una cajita y la dividís al medio, tiene como dos tipos de sistemas: Back (sistemas internos, contabilidad, stock, RH…) y los sistemas de Front (comerciales, con cara al cliente). Salesforce se ocupa de esos pero lo bueno es que tiene todas las capas: integración entre esos dos mundos, la capa de dato, de CRM (modelo relacionamiento con el cliente) e IA. Hace más de diez años que Salesforce trabaja con IA, y es un súper desafío encontrar modelos de uso para cada industria, para cada cliente. Y que sean modelos de IA que le aporten al negocio, y no por sumar IA “porque todo el mundo lo hace”. La IA no es un fin en sí mismo, es una herramienta.
Y qué pensás vos de la IA, ¿tiene sesgos, cuál es la ética?
Hay un estudio muy interesante de Harvard acerca del algoritmo de una empresa que discriminaba a los clientes: cuando la persona era latina o de color, subía el valor en referencia a una persona norteamericana… Y la IA lo aprendió. Entonces ahí viene el dilema ético, ¿qué hacemos, lo intervenimos para corregirlo o no? Porque ese algoritmo refleja un sesgo de una cuestión social. ¡Qué dilema interesante plantea la IA! Siempre tiene que haber una razón de negocio humana para hacer buen uso de esas herramientas. ¿Qué haría yo? Yo lo intervendría porque creo que la IA sin un humano detrás pierde la humanidad, pero trataría de visibilizar el tema de fondo.
¿Dónde ves un desafío actual, a corto plazo?
En la economía Silver, ahí veo un desafío y creo que la tecnología puede ayudar un montón. Creo en reskillear a la gente +50 años. Desde Salesforce trabajamos mucho con SilverTech y en lo que va del año ya capacitamos a 1200 personas, de las cuales 200 son +50 años, y me encanta porque aportan muchísimo valor. Creo que van a ser fundamentales para la economía del conocimiento, especialmente en Argentina.
¿Sentís que estás cumpliendo tu sueño de “transformar al mundo”?
Hay días que sí, que me siento una heroína total, y hay días que me siento frustrada. Es un día a día, pero lo importante es dejar huella en el otro. Está buenísimo que nos recuerden por la huella que hemos podido dejar.
En un mundo cada vez más invadido con Inteligencia Artificial, ¿qué no podemos perder las personas?
La sensibilidad.
¿Quién es Silvia?
Apodo: Sil.
Profesión: Licenciada en Informática.
Cargo: directora general de Salesforce Argentina.
Signo del zodíaco: Piscis.
¿Dónde vives?: Recoleta
¿Tienes hijos?: Belén (26 años), Gonzalo (21) e Iñaki (17).
¿Mascotas?: Renata, una mini salchicha que trajo la pandemia.
Comida Favorita: Salmón.
Edad: 55.
Hobbies: Me gusta correr, intento hacerlo todos los días. Me gusta entrenar.
Hincha de: Independiente, ¡pero hice todo mal porque mi marido es hincha de Racing y mis hijos también!
UN POCO DE ROCK:
¿Cuál es el libro que más ha influido en tu vida y por qué?: Gabriel García Márquez me gusta mucho, y dos libros de él son mis favoritos: Cien Años de soledad y Crónica de una Muerte Anunciada. Cien años de soledad es un flash, la vida en círculo, girar en círculo, me parece la historia de la humanidad. Avanzamos mucho en muchas cosas, pero en otras caemos en vicios históricos, y ese libro me lo hace recordar mucho. Y Crónica de una muerte anunciada me da mucha enseñanza acerca de que el destino está pre-escrito, pero que podemos cambiarlo y, a veces, no hacemos nada para lograrlo. Es cómo forzarnos a ser protagonistas y no espectadores.
¿Un lugar donde te gustaría vivir para inspirarte a evolucionar? No sé si para evolucionar o involucionar, porque me encanta todo lo que es la historia. Amo Roma, que es un museo abierto. Amo la historia no escrita por los vencedores, sino esas historias ocultas que solamente te las puede contar alguien que vive ahí, que las fue contando de generación en generación. Me encantaría pasar más tiempo en esos lugares.
¿Una herramienta tecnológica que consideras esencial para tu trabajo? El celular.
¿Qué color te representa mejor como persona y por qué?: Turquesa, todo lo que sea de ese color, me llama la atención.