El rock progresivo o garage rock nació con el deseo de expandir la música, de crear y diseñar nuevas maneras de expresión, y de utilizar la influencia de otros instrumentos para desarrollar y evolucionar la melodía. Imagino al distinto Freddie Mercury sintiendo y abrazando la transformación, abriendo paso a la creación mágica de combinaciones perfectas, generando una canción de miles de experimentos y dando el resultado magistral de una Bohemian Rhapsody. Gracias por la locura organizada, por el inconformismo y por las ganas de generar una revolución verdadera y duradera.
El crecimiento es colectivo y experimental. Muchas veces requiere abandonar lo propio, dejar de ser para transformar el ser y generar composiciones robustas, integradas por mezclas – algunas impensadas–, para lograr el nivel de sofisticación que se necesita. Introducir algo muchas veces puede sonar a reemplazar otra cosa, pero más bien es abrir el camino y dar espacio a lo nuevo, al nacimiento de lo que se está gestando. Para que eso ocurra, hay que estar dispuestos a soltar. Porque siempre, en cada decisión, algo se obtiene y otro tanto se pierde. Es entonces cuando comprendemos que perder es ganar, ganar lo nuevo y desconocido que nos puede llevar a nuestro destino.
Las composiciones progresivas impulsaron la elevación de los temas musicales, se caracterizaron por el uso del movimiento constante. Ese movimiento que nos permite no quedarnos quietos ni ajenos a la realidad. ¿Esto es la vida real?, ¿es solo fantasía?, el movimiento nos ayuda a coconstruir, a no quedarnos en nuestro propio universo, sino a empezar a vivir los multiuniversos en otros que potencian nuestra imaginación y expanden nuestra propia realidad. Este movimiento es para todos, moverse requiere asumir la necesidad de ampliar, de cambiar, de reinventarse.
Influencias verdaderas, honestas, desinteresadas, despojadas del yo individual, y llenas del nosotros grupal. Así como dentro del rock progresivo hay muchas variedades, estilos y mezclas, cada persona es única, singular y, desde RockingTalent, tenemos el propósito de amplificar esos estilos variados, pero cuando empezamos a ver todas las notas, no hay un solo estilo, hay muchos, composiciones increíbles que hacen un todo musical mucho más ambicioso, robusto y sólido.
Por eso te invitamos a leer esta fascinante edición, llena de nuevas texturas, y deseamos que los estilos que escuches enciendan ese renacer necesario que empuje la transformación que generará tu expansión.
Julieta Cumbo | Directora General de Rocking Talent