Tomás Gómez Álzaga, director de RH en Cono Sur para Mondeléz Internacional, nos revela en esta rica entrevista su historia personal y profesional. “No hay que perder nunca la conexión emocional”, asegura este fanático de la golosina Tita, dentro de todas las exquisiteces de Mondeléz.
Nacido en Salta de casualidad, durante un caluroso febrero hace 48 años, Tomás Gabino Gómez Álzaga llegó a este mundo cuando estaba de vacaciones en una de las ciudades más lindas de Argentina. Hijo de madre salteña y padre porteño, el hoy director de HR Cono Sur para Mondeléz Internacional tiene una hermosa y enriquecedora historia para compartir, a nivel personal y profesional. Desde que nació un 29 de febrero (“me aceptaron anotar ese día porque estábamos en Salta”), pasando por ser el del medio de 8 hermanos, hasta confesar que, siguiendo los pasos de su papá (que era abogado, pero se dedicaba a lo rural porque era lo que amaba), también estudió abogacía y terminó proyectándose en el mundo de HR.
Mondeléz es una empresa internacional que entre Argentina, Uruguay y Paraguay tiene 2400 colaboradores. Y a pesar de tener mucho trabajo, este argentino fanático de los asados con amigos disfruta cada día que va a la oficina. ¿Qué lo mantiene conectado y enfocado? «Mi rutina comienza cuando llevo a mis hijos al colegio. Compartir esos 5 o 7 minutos de charla con ellos, ya me enfocan en mi realidad. Después llego muy temprano a la oficina y ese es otro de mis momentos preferidos, pocos mails, sin teléfono, tomo mate, leo el diario y planifico el día”, asegura.
Contanos un poco de tu historia, sos abogado de profesión, pero te perfilaste para HR. ¿Por qué abogado?
Históricamente yo quería ser ingeniero agrónomo, pero un iluso porque ni la física, ni la química ni las matemáticas me gustaban. Mi papá era abogado y siempre me gustó su filosofía, porque nunca se dedicó a eso. Él estudió una carrera, pero se trabajó en lo que más le apasionaba que era el campo. De mis 8 hermanos el único abogado soy yo, y más allá de que me encantaba el campo y todo lo relacionado con el mundo de la agronomía, me di cuenta de que lo que más me gustaba era trabajar con las personas, en sus problemas y por eso siempre trabajé en Derecho del trabajo. Estuve muchos años en Estudios Jurídicos, siempre en relación con el derecho del trabajo y relaciones colectivas.
¿Y cómo fue el camino hacia Recursos Humanos?
En el Estudio Jurídico representaba a muchas empresas de la industria petrolera en tema de relaciones laborales y políticas in company de RH. En 2006 un director regional de RH me hizo una propuesta para ir a trabajar a su empresa, Baker Hughes, yo lo miré y le dije: Luis, nunca trabajé en una corporación y nunca hice RH. Y su repuesta me sorprendió y marcó para siempre: “Sentido común y criterio, chamo… Y usted lo tiene”. Yo tenía 29 años y decidí tirarme a la pileta y hacer el cambio.
¿Qué pensás que vio además de tu sentido común?
Yo creo que vio energía, compromiso, conocimiento de las leyes, conocimiento de lo que significa una negociación colectiva, y eso, aplicado con sentido común y criterio, fue lo que lo llevó a contratarme. Fue un momento épico de mi carrera, ya que ir a trabajar a una corporación, reportar a una persona sentada en Venezuela, creo que fue la decisión más correcta en mi carrera profesional.
¿Qué admirás o a quién del mundo de RH?
A Luis, que confió en mí para ese cambio, y a algunos mentores, que no nombraré porque seguro me olvido de alguno, pero tuve la suerte de tener jefes a los que en algo admiré. Y lo que más admiro de esta profesión es trabajar para y con la gente. Me encanta ver que lo que hacemos tiene impacto directo en las personas, eso es lo que más me gusta de esta profesión.
“Una mejor Mondeléz empieza por mí” es el programa integral con el que trabajan. Contanos en qué consiste, y si coincidís en que es fundamental el autoconocimiento como punto de partida para el desarrollo de habilidades blandas y duras en el mundo laboral de hoy.
Ese programa lo tomamos de Creciendo Juntos, que era pensar cómo crecemos como individuos y como negocio. La pandemia golpeó a todos, en nuestro caso nos fue muy mal en el negocio y en la gente. Tuvimos la determinación de cambiar a tiempo, pensamos en cómo ponemos a la gente como eje en la toma de decisiones y, apalancándonos en el clima y en la cultura, pudimos mejorar los indicadores de negocios. Nació un programa sobre cuatro pilares: liderazgo, barreras para la ejecución, foco y cuidado de nuestra gente. Desde el presidente de la compañía hasta el analista más junior, hizo propio este mantra de una “mejor Mondeléz empieza por mí”.
¿Coincidís en qué post pandemia, HR se empezó a sentar en la mesa chica del negocio en las empresas?
Te lo voy a responder con una anécdota. Hace muchos años, en esa primera empresa que trabajé, un gerente de una unidad de negocios me dijo algo que me marcó: “Ustedes, los de recursos humanos, se gastan la plata que yo produzco en el pozo”. Esa era la concepción que había de RH, en una industria tan dura como la petrolera. Yo creo que la pandemia potenció que RH no un Business Partner sino un Partner of the business. Un socio del negocio que tiene que estar en la mesa y toma de decisiones. Dejamos el modelo de baby sitter que había hace algunos años para convertirnos en un socio del negocio desde el punto de vista del asesoramiento, coaching y acompañamiento.
Los datos, ¿qué tan importantes considerás que son a la hora de tomar decisiones?
Hoy no hay compañía sin data analytics, incluso en HR. La IA, la toma de decisiones basada en datos y predicciones son fundamentales, pero dentro de lo objetivo que es el dato, está la importancia de poner la pata subjetiva, la emoción, entender que detrás de un dato duro hay una persona. Los datos son enriquecedores, pero nunca hay que perder el sentido común de poder aplicar criterio sobre el dato duro.
Si pudieras viajar al futuro, ¿qué habilidades crees que serían esenciales para los profesionales de RRHH en los próximos años?
La interpretación de los datos, el ponerles emoción, entender cómo gestionar los procesos desde la IA, pero sin dejar de lado a las personas. Las habilidades blandas de las personas de HR serán críticas para tomar decisiones. Existen los datos empíricos, pero tenemos que ponerle nuestra pata humana ahí.
Desde tu experiencia, tu recorrido, ¿qué mensaje le dejarías a las camadas más jóvenes de HR?
Que nunca pierdan la conexión emocional, que nunca se dejen llevar solamente por el dato mismo, que lo analicen siempre con una parte humana. Se van a venir cambios fenomenales en la forma en que hacemos las cosas, así como fue mutando la profesión, pasamos de un modelo de baby sitter (de administración de personal que se sentaba al lado de gerente y hacía de todo), a un modelo employee central (donde el gerente es el dueño de los procesos y el hombre de Rh es más un coach) … ahora va a mutar hacia los datos, las predicciones, cómo trabajamos en el día a día. Mi consejo es no perdamos la conexión humana en la forma en que hacemos las cosas. Soy un fiel enamorado y creyente de que la empatía tiene que estar intrínseca en la persona que gestiona los RH.
¿Quién es Tomás?
Apodo: Tomi, y mis sobrinos me dicen “Miti”.
Profesión: Abogado.
Cargo: director de RH Cono Sur para Mondeléz Internacional.
Signo del zodíaco: Piscis (29 de febrero).
¿Dónde vives?: Tigre, Rincón de Milberg.
¿Tienes hijos?: 3 hijos, Mora (14), Gabino (10) y Simón (9).
¿Mascotas?: Nuestra perra Frida (Caniche Toy) y Luna, una gata.
Snack o golosina favorita: La Tita, y ahora en su nuevo formato innovador de Alfajor Tita.
Edad: 48.
Hobbies: Viajar y conocer lugares en familia, andar a caballo, la lectura y todo lo que rodea la tertulia de un asado: juntarse con amigos, un buen vino, la familia, estar frente una parrilla…
UN POCO DE ROCK:
¿Cuál es el libro que más ha influido en tu vida y por qué?: Los reyes Malditos, del autor francés Maurice Druon. Son 7 tomos, pero fue el primer libro en serio que leí. Leía novelas policíacas y mi papá un día me dijo: “¿Por qué no lees algo en serio?”. Y me recomendó Los Reyes Malditos. A partir de ahí, no puede faltar un buen libro de novela histórica en mi mesita de luz.
¿Una película que te inspire a seguir avanzando? Jerry Maguire. Es una película que cito mucho porque habla de perseguir lo sueños, salir de la zona de confort, jugarse por todo… “Show me de many, show me de quan», trato de usarla y es una película que me encanta. Hay que salir de la zona de confort para hacer algo distinto.
¿Un lugar donde te gustaría vivir para inspirarte a evolucionar? De Argentina, en Salta, por los cerros, el clima, la cultura, el ritmo y la calidad de vida. Si puedo soñar, Aramaio, en el País Vasco, que son los orígenes de la familia Álzaga y tiene una calidad de vida que es impagable.
¿Una herramienta tecnológica que consideras esencial para tu trabajo? El celular. Hoy es indispensable, es la extensión de la mente y el cuerpo humano.
¿Qué color te representa mejor como persona?: El azul porque me hace acordar a los sports del colegio, yo era del equipo azul. Y por el azul y oro, soy hincha fanático de Boca.
