A fines de 1941 fue lanzado el primer cómic que habla sobre una heroína que acabaría siendo una de las más relevantes del mundo DC, Wonder Woman. Su nombre es perfecto, refleja el rol que ejerce una mujer en la sociedad: conocedora de sus propios poderes -autoconocimiento-, valiente y con suficiente audacia para enfrentar cualquier obstáculo.
Fue William Marston, psicólogo y famoso por ser inventor del polígrafo, quien decidió diseñar un nuevo superhéroe. Un superhéroe que no triunfaría con los puños, sino con el amor, con la verdad y la compasión.
Se convirtió en uno de los personajes más icónicos de la historia, en un referente importante fuera de las pantallas, con un concepto revolucionario del feminismo, símbolo de justicia, la verdad e igualdad.
La mujer maravilla no es sólo un producto de su época, es un estilo de vida. Como dijo Simone de Beauvoir, el feminismo es una forma de vivir individualmente y luchar colectivamente.
William Marston, en su libro “Emotions of Normal People”, nos invita a abrazar nuestras emociones, para poder gestionar a partir del autoconocimiento. El proceso siempre empieza por uno, pero el beneficio se expande y nos trasciende.
En esta edición de Rocking Talent, donde celebramos a nuestras mujeres líderes, te invitamos a que puedas reconocerlas, abrazarlas y admirarlas.
El feminismo hizo a Wonder Woman y, más tarde, Wonder Woman rehízo el feminismo.
El liderazgo femenino se interesa por las personas y sus emociones. Sabe valorar y reconocer el talento, impulsa el cambio, la creatividad y la disrupción. Es un liderazgo que premia la participación, la colaboración. Confía y empodera a su equipo. Así como la mujer maravilla, es valiente, audaz, no teme afrontar riesgos y no busca un resultado a través de la fuerza de un puño, sino del amor.
Hay un punto clave, no hay género que monopolice el liderazgo femenino. Así que, no importa cuál sea tu nombre o con qué te identifiques, solo hay que animarse a sentir, reconocer las emociones propias y habilitar las de los demás.
Como dijo Inma Puig -psicóloga clínica española-, el pasado ha sido de los fuertes físicamente y el futuro es de los sensibles.