Los daños que ha provocado la pandemia son infinitos y, sin duda, a todos nos ha afectado de alguna manera. Hubo quienes, durante el confinamiento, pudieron redescubrirse y encontraron su verdadera vocación, otras personas se animaron a cambiar de trabajo y reencauzaron su vida profesional, pero, también, hubo quienes se quedaron sin empleo.
La pandemia ha visibilizado una realidad que enfrentan las personas mayores de 45 años en todo el mundo. En Argentina, por ejemplo, son más de 600.00 quienes poseen títulos secundario y universitario y están dentro del sector inactivo de la población. Es probable que esta cifra se deba, en parte, a que el 80 % de las búsquedas laborales son para menores de 45 años.
Al respecto, Francisco Troncoso, Human Resources Coordinator at Expro 🇦🇷, destaca que contratar a personas mayores de 45 años es beneficioso para una organización: “Se habla de que son personas que, por su edad, cuentan con lealtad y estabilidad, con capacidad de toma de decisiones, liderazgo, habilidad para formar equipos y productividad, pueden ser mentores de los más jóvenes, cuentan con experiencia y son partícipes de los cambios de la industria y de la economía. No digo que los jóvenes no cuentan con lealtad, compromiso, sentido de pertenencia, entre otros. Pero está comprobado que los jóvenes entre los 25 a 30 años no duran más de 5 años en una empresa porque buscan desafíos constantemente, beneficios y, hoy en día, un modo de trabajo híbrido”, explica.
Además, agrega que en Argentina la mayoría de este grupo de personas mayores de 45 tampoco pueden llegar a jubilarse por faltarle el requisito de la edad (a pesar de tener treinta o más años de aportes), salvo que tuvieran una discapacidad y les fuera asignada una jubilación por invalidez.
En España, por mencionar otro ejemplo, son 936.200 personas mayores de 50 años que están sin empleo, lo que supone un 25 % del total de desempleados de ese país, según datos del 2020. Y, más del 70 % de las personas mayores de 55 años, lleva en esa situación más de un año.
¿Se está hablando lo suficiente de esta expulsión del mercado laboral a estas personas por considerarlas “viejas”? La propia Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce que esta discriminación por edad es un problema que está en el mismo nivel que la segregación por raza o género, aunque, especifica, se trata de la exclusión más “normalizada” socialmente.
¿Conviene desperdiciar el talento senior?
“Las personas mayores de 40 tienen mucho que aportar, por lo que es cada vez más urgente diseñar un nuevo modelo laboral que permita no desperdiciar su talento. Tenemos que cambiar la mentalidad con respecto a dejar fuera del entorno laboral a las personas senior pensando que ya no aportan un valor. Los responsables de RR.HH. son quienes pueden dar una vuelta a esa mentalidad y dejar de discriminar por cuestión de edad, porque la demografía nos va a hacer que requiramos este talento más senior y, por otro lado, porque no puede ser que estemos dejando fuera del entorno de trabajo a estas personas confundiendo innovación o agilidad con juventud, que son ideas sin fundamento”, señala Raquel Roca, speaker española, consultora y autora de varios libros.
Asimismo, menciona que hemos entrado en un proceso de envejecimiento poblacional acelerado del 150 % en casi todo el mundo (exceptuando África). “Esto nos cambia prácticamente la vida laboral, personal, la forma de vivir, las ciudades, las economías, todo va a verse muy afectado por este envejecimiento poblacional”, explica.
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Por su parte, Alejandro Paz, Country Manager en Robert Walters, señala que, en muchas oportunidades, limitarse a la edad en contrataciones estratégicas hace que las empresas pierdan oportunidad de vincular candidatos con mucha experiencia y, sobre todo, motivados, ya que estos perfiles quieren estabilidad y seguir progresando en su carrera profesional. Por otro lado, indica que la pandemia hizo que las compañías reestructuraran y dejaran ir excelentes y potenciales candidatos que, actualmente, están en búsqueda activa, por lo que es un momento ideal para aprovechar este talento.
Pero no todo es oscuridad al final del túnel, Ximena Cardozo, Sr Consultant en Michael Page, señala que a partir de esta nueva “normalidad” pospandémica las empresas se están animando a miran más allá del rango etario: “Podría decir que se amplió mucho más, si bien aún hay mucho que trabajar en el tema, la flexibilidad laboral no viene solo de la mano del home office”.
No hay una razón por la cual las organizaciones deban desestimar el talento senior, el valor que puedan sumar al equipo de trabajo no será reemplazado nunca por ninguna otra generación, simplemente porque las competencias adquiridas son, efectivamente, gracias a su edad.
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