Las fintechs, al igual que muchas empresas de tecnología, vinieron a replantear la forma en que hacemos las cosas. Repensar, rediseñar y lanzar productos innovadores que sean accesibles a la mayor cantidad de personas, depende en gran medida, de la diversidad de los equipos que la componen.
MODO es la billetera digital que reúne a los bancos más importantes de Argentina y ya cuenta con más de 10 millones de usuarios. En esta entrevista hablamos con Mariano Vázquez, su CTO, para que nos cuente sobre sus desafíos, cómo ve a la industria tecnológica y cómo se vive la inclusión y diversidad puertas adentro.
Eres Licenciado en Sistemas, tienes más de 15 años trabajando en el mundo tech, ¿desde cuándo te empezaste a interesar por la programación? y ¿cómo fueron esos primeros pasos profesionales?
Mi primera interacción con la tecnología fue por medio de la curiosidad y el juego cuando tenía alrededor de 8 años. Recuerdo que mi tío compró su primera computadora y nos la mostró como un gran logro personal. El día que nos permitió usarla no pude despegarme de ella. Con los años esto mismo se repitió en diferentes situaciones: cada vez que tenía algún dispositivo tecnológico al alcance de mis manos era mi foco de atención. Disfrutaba (y disfruto) mucho el proceso de entender cómo funcionan las cosas, y el wow moment al descubrir que no hay magia detrás, sino más bien es el producto del trabajo de personas como nosotras/os que pudieron convertir en realidad lo que se imaginaron. En lo personal lo siento como cuando “armas un rompecabezas”, donde siempre al terminar aprendes algo nuevo.
A la hora de elegir la carrera universitaria fue natural la elección de una carrera de tecnología. Pero definitivamente fue también un golpe de suerte, tanto la elección de la carrera como la Universidad. Esos dos aciertos tempranos me permitieron trabajar y estudiar al mismo tiempo, lo que amplió la forma de ver las cosas y cómo encarar los problemas. Durante muchos años estuve en “dos escuelas” en simultáneo, aprendiendo lo práctico en la industria y lo teórico en la facultad. Esto me ayudó también a poder analizar situaciones desde múltiples puntos de vista, y teniendo muchas mentoras y mentores que me enseñaron a enfocar el análisis de costo/beneficio desde diferentes enfoques.
¿Qué es lo que más te motiva hoy de tu trabajo?
Hoy mi trabajo diario me motiva de la misma manera que cuando empecé: disfrutar el desafío que se presenta al querer “resolver ese enigma” de la mejor manera posible. Siempre desde el juego, divirtiéndonos durante el recorrido, pero con un cambio importante: hoy resolvemos problemáticas reales, la complejidad y responsabilidad es mucho mayor.
El desafío ahora requiere trabajo en equipo, planificación y, lo más importante, mayor y mejor comunicación entre las personas.
Aunque no lo parezca, la comunicación suele ser el problema número uno en la construcción de sistemas complejos. ¡Es una disciplina que requiere mucha empatía!
También eres speaker, se te escucha muy apasionado, logras transmitir tu fuerte vocación. ¿Por qué sientes esa necesidad de compartir conocimientos y de generar comunidad?
En pocas palabras: para ayudar a otros a que no tropiecen con la misma piedra. O si les sucede, para que sepan que no son los primeros en hacerlo. Y que no estamos solos en esto. Tanto durante el aprendizaje como en la industria es natural que se generen “islas de conocimiento” que no comparten experiencias y aprendizajes entre sí. Esto debe fomentarse desde el día 1.
Las carreras de tecnología y sistemas todavía tienen un camino por recorrer hacia un modelo de aprendizaje más colaborativo, y menos de “tiza y pizarrón”.
En carreras informáticas es mucho más evidente, y es una problemática que se repite en el trabajo, donde se ocupa un gran porcentaje del tiempo en resolver problemas “que ya otro resolvió”, en vez de enfocar a los equipos en los nuevos desafíos del Siglo XXI.
Es vital que desde nuestro lugar ayudemos a las personas a conectarse y generemos espacios para que se compartan experiencias, victorias y fracasos. Intento hacerlo tanto desde mi rol como speaker como desde mi rol como co-organizador de eventos mensuales donde suelen venir muchas personas que se inician en la programación. ¡Y eso está buenísimo! Estamos también intentando conectar a las comunidades de programación de todas las provincias del país y en el resto de Latinoamérica para que todas/os podamos crecer juntas/os.
En varias de tus publicaciones de LinkedIn mencionas la importancia de consolidar un equipo de trabajo. Como CTO de MODO, ¿cómo describirías tu forma de liderar y de gestionar el desarrollo de los talentos?
He oído por ahí decir que la función principal de los líderes de una empresa es la de construir equipos. Para ello, uno tiene que captar a los mejores talentos, eso es cierto. Pero también es necesario tener en cuenta que cada persona aporta un talento diferente.
Hoy en día mi preocupación número uno es que los equipos de MODO sean realmente multidisciplinarios y diversos, donde cada integrante pueda dar lo mejor de sí mismo, y que se pueda apoyar en el otro para reforzar lo que le falta, que es sencillamente lo que vino a aprender en MODO.
En MODO confiamos y nos ocupamos constantemente en que los equipos tienen todas las herramientas para ser exitosos y pueden trabajar de manera autónoma. Nuestro rol se enfoca principalmente en acompañarlos en la creación de los proyectos de los equipos, los cuales contribuyen a la construcción de la visión colectiva.
Por tercer año consecutivo obtuviste el premio MVP Microsoft, un reconocimiento a líderes excepcionales de la comunidad. Cuéntanos por qué tu piensas que te lo ganaste, qué factores hicieron posible este logro.
Siempre es grato recibir un reconocimiento por el trabajo en la comunidad. El premio MVP de Microsoft se entrega a quienes invierten un porcentaje de su tiempo libre para generar espacios de crecimiento y aprendizaje para todas/os. Permite también conectarnos con otros referentes y hacer cosas juntas/os, aprender de sus experiencias y las de muchos grandes referentes de la tecnología.
Este último año fui premiado principalmente por mi trabajo en la comunidad de React en Buenos Aires, y mis colaboraciones personales en proyectos comunitarios open source. Cualquiera puede ganar este premio, y me encantaría poder ayudar a nuevos talentos a que lo consigan.
Es imposible no mencionar la problemática de la diversidad y la necesidad de generar más espacios de trabajo inclusivos, especialmente en este rubro. Como líder del equipo de Ingeniería de MODO, ¿cómo generan oportunidades y de qué manera fomentan el talento femenino?
La problemática de diversidad es uno de los desafíos más grandes en CTIM/STEM (Ciencia, Tecnología, Informática y Matemática, o bien Science, Technology, Engineering and Mathematics). Hoy en Argentina no tenemos suficiente diversidad en estas disciplinas, ni el porcentaje de inscriptos año a año permite que esto se resuelva por sí sólo. Esto también repercute en los productos que hacemos hoy en día.
En MODO, nuestro objetivo principal es crear un producto 100% orientado al usuario, con una visión federal, y atendiendo a las problemáticas tanto de las grandes ciudades, como de los almacenes del pueblo o del barrio.
Para cumplir esta meta es importante que desde nuestros lugares y con las herramientas que tenemos a disposición fomentemos la creación de equipos multidisciplinarios y diversos, que se enfoquen en la creación de productos con una perspectiva inclusiva.
Actualmente en MODO nos encontramos en una etapa de capacitación sobre diversidad, brecha de género y una construcción de producto inclusiva. Es parte de nuestros objetivos colectivos. De manera incipiente, también estamos colaborando con organizaciones que se enfocan en resolver activamente estas problemáticas.
Conoce la mirada de Salesforce en diversidad: Salesforce Women Network en Argentina: una red que busca amplificar el progreso de las mujeres
¿Cuál es hoy tu mayor desafío como CTO en MODO?
Hoy mi mayor desafío es que todas las personas que trabajen en MODO puedan desarrollar su mayor potencial. Y que podamos construir cada uno y entre todas/os un producto con foco en las personas, que conecte su dinero y simplifique su vida cotidiana.
¿Qué retos tienen las organizaciones a la hora de buscar talentos tecnológicos? ¿Y cuáles son las mejores prácticas para retenerlos?
Los focos principales de cualquier talento hoy en día son el equipo, el proyecto y la flexibilidad. Las personas suelen apostar sus planes a largo plazo en base a estos tres pilares.
MODO es un ejemplo de una empresa 100% flexible, que se creó durante la pandemia y hoy en día tiene un modelo híbrido, donde cada uno elige que hacer. El proyecto tiene un potencial de impacto para 100% de las personas bancarizadas del país, lo que nos fuerza a construir un producto utilizado por millones de personas, con una vara de calidad muy alta porque estamos manejando su dinero. La creación de este tipo de productos no es trivial, y el aprendizaje de la construcción de software altamente escalable, distribuible y eficiente es, también en pocas palabras, muy desafiante y divertido.
Los equipos son dueños de su propio negocio, y se encargan de todo el ciclo de desarrollo de software, desde la ideación hasta el despliegue productivo y sus iteraciones, en base al feedback que obtenemos de los usuarios por cómo usan el producto. Esto sólo puede realizarse conformando equipos multidisciplinarios donde todas/os tienen algo para aportar, pero también para aprender.
¿Cómo te ves de acá a cinco años?
Haciendo lo mismo que hice siempre: aprender, divertirme y jugar. Tomando nuevos desafíos con una mayor complejidad, siempre enfocados en las personas.
